La odisea de un colombiano secuestrado en México
John Jairo Guzmán logró escapar tras 57 días de cautiverio, refugiarse en la embajada de su país y volar a casa
La odisea de John Jairo Guzmán, un colombiano cuyo secuestro a plena luz del día en la Ciudad de México fue grabado y subido a Internet, donde tuvo una gran difusión, acabó el jueves al aterrizar sano y salvo en su país. El hombre, de 44 años, logró escapar de sus captores, que lo tuvieron encerrado durante 57 días, y refugiarse en la embajada colombiana, a la que llegó con la ayuda de un taxista que no le cobró el viaje. “La verdad no confío ni en la policía, en nadie… solo en ustedes”, dijo al llegar.
Su secuestro fue de los miles que se producen al año en México -hasta 105.000 según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía- pero el suyo tuvo especial repercusión porque un testigo grabó con su teléfono el momento en que Guzmán era sacado a la fuerza de un coche y, con la ayuda de unos policías que llegaban poco después, introducido en un vehículo rojo que más tarde se abrió paso ante la mirada de los incrédulos transeúntes.
El secuestro ocurrió el 20 de septiembre y desde entonces nada se supo del colombiano, hasta que este martes logró escapar y llegar por sus propios medios a la sede de la embajada de Colombia en la capital mexicana, donde contó detalles de su secuestro y su huida. A Guzmán lo vigilaban dos hombres que lo habrían golpeado entre otras razones porque su esposa, Luz Edith Sarmiento, no pagaba el dinero que le exigían para liberarlo. “Hablaban mucho de un comandante de la Fuerza Federal que tiene gente en todos los aeropuertos. Nadie se le puede volar, lo bajan del avión (en referencia a que no podía escapar del país)”, dijo Guzmán.
El colombiano, que aseguró trabajar prestando servicios de sistemas informáticos en Guadalajara, permanecía esposado y en las noches era amarrado de los pies con una venda para evitar que pudiera correr. Pero la madrugada de este martes aprovechó un descuido de sus secuestradores. Los dos hombres dormían en la misma habitación con Guzmán, uno de ellos a su lado. Logró salir gateando, robó unos zapatos y llegó a un patio donde con la ayuda de una escalera saltó a la calle. “Salí corriendo, corra, corra, por toda esa calle, no sé. Me pasé por el río, no sé..., salí a la carretera”, explicaba todavía aturdido en un audio recogido por los medios mexicanos. Eran las 4:30, según sus cálculos.
Descubrió que estaba en Toluca, una ciudad a 72 kilómetros del DF. Primero intentó sin éxito conseguir ayuda en una gasolinera y luego se topó con unos policías a quienes les dijo, para justificar los golpes que tenía, que lo habían robado. “Acabo de dejar mi chava ahí y salieron dos tipos y me chingaron”. También les dijo que era colombiano. Al final le regalaron 50 pesos mexicanos (3 dólares) con los que tomó un taxi que lo llevó al terminal de Toluca. Ahí compró un pasaje al DF, que le costó 48 pesos. Serían cerca de las 7.00 de la mañana cuando otro taxi lo dejó en el consulado colombiano. No le cobró. “Siempre en el mismo lugar, sin moverme, siempre sentado, aguantando el frío. Sin zapatos”, contó sobre su cautiverio.
El procurador -fiscal- del DF señaló el viernes que John Jairo llegó a México para realizar actividades delictivas relacionadas con el robo, aunque no concretó los detalles. Rodolfo Ríos Garza también destacó que la víctima había incurrido en contradicciones e imprecisiones respecto a su secuestro. La Cancillería colombiana replicó que repatrió a su compatriota al no existir ningún requerimiento ni investigación judicial abierta en su contra.
John Jairo Guzmán estuvo casi dos meses privado de su libertad y este jueves fue repatriado por la cancillería de Colombia, donde se reencontró con su esposa en Bogotá. Lloró al verla. Ella contó al diario El Tiempo que los secuestradores la habían amenazado con matar a su esposo y a sus hijas si denunciaba. Por su liberación le exigían 40 millones de pesos mexicanos, más de tres millones de dólares. Aun se desconocen los motivos por los cuales la banda mexicana secuestró a Guzmán, por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia pidió a las autoridades de ese país agilizar la investigación. Hasta ahora, han sido detenidos por este hecho un agente policial y un taxista.
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