El Supremo chino pide descartar las confesiones obtenidas bajo tortura
Es dudoso que la decisión acabe con los abusos, pero muestra la mayor preocupación del régimen chino por los derechos humanos
El máximo organismo judicial chino ha pedido que los jueces descarten confesiones obtenidas mediante la tortura y eviten la pena de muerte cuando la evidencia es dudosa. Es poco probable que estas órdenes puedan frenar estos abusos, pero reflejan un creciente reconocimiento oficial de la necesidad de detener injusticias y que ha atraído la condena internacional, según algunos expertos.
El documento publicado ayer (jueves) por el Tribunal Popular Supremo de China enumera muchos de los problemas que abogados y grupos de derechos humanos dicen plagar el sistema jurídico penal de China, incluyendo la tortura en la policía, la creación de pruebas falsas y una tendencia por parte de los jueces de dejarse llevar por la opinión pública o la presión oficial.
"Un testimonio obtenido a través de la tortura, así como el uso del frío, el hambre, la extrema exposición al sol, el fuego, la fatiga y otros métodos ilegales para obtener confesiones de los acusados debe de ser eliminado", dicen las instrucciones del tribunal, con fecha 9 de octubre, pero publicadas en la página web oficial (en chino) de la corte el jueves.
"El acusado no puede ser declarado culpable basándose únicamente en el testimonio del acusado, sin más pruebas", dice el documento.
Las exigencias repiten reglas y declaraciones anteriores, y el documento no describe sanciones por su incumplimiento , pero muestran un esfuerzo oficial para poner fin a graves violaciones de la justicia, que han dejado maltrecha la confianza del público en los tribunales, dicen algunos expertos.
"Sólo cuando nos deshagamos de las nociones y prácticas ilegales, podemos evitar que haya juicios injustos", dijo Lu Guanglun, un juez del tribunal supremo, según la agencia Xinhua.
Pero la independencia judicial en China no es real y los tribunales están bajo el poder del Partido Comunista, que suelen respetar a los fiscales y la policía, especialmente en casos políticamente sensibles.
“El problema está siempre en la implementación,” dijo Nicholas Bequelin, analista de Human Rights Watch, según la agencia Reuters. "En el sistema judicial chino, el sistema de seguridad público es, con diferencia, la institución más poderosa, y en la realidad, hay muy pocas formas de controlar cómo ejerce su poder."
Las declaraciones del tribunal son parte de un intento gubernamental de eliminar falsas acusaciones en casos legales y un intento de reducir abusos, una semana después de que el Partido Comunista publicara un conjunto de propuestas de reformas. El viernes pasado, el Comité Central dijo que el Gobierno iba a poner fin a la "reeducación mediante el trabajo", una forma de castigo que desde 1950 ha encarcelado a presos a los que el gobierno no ha querido juzgar ni poner bajo ninguna supervisión judicial, que incluyen a disidentes y un gran número de pequeños delincuentes y consumidores de drogas ilegales.
El tribunal también advirtió a los jueces que debían respetar el principio de presunta inocencia de los acusados y que convendría que se abstuvieran de declararles culpables, o inocentes, para apaciguar a la opinión pública.
En 2010, Zhao Zuohai, un aldeano de la provincia central de Henan, se convirtió en el centro de atención cibernético cuando se descubrió que Zhao había pasado diez años en prisión por el presunto asesinato de un hombre que resultó estar vivo. Zhao fue absuelto y puesto en libertad y tres ex policías fueron arrestados por torturar a Zhao para que confesara un crimen que nunca ocurrió.
En reacción a una serie de casos similares a los de Zhao, con ejecuciones o cadenas perpetuas de condenados inocentes, la corte suprema dijo a los jueces que no debían de condenar a nadie a muerte cuando se carecen de pruebas. "La evidencia debe ser valorada. El concepto y la práctica tradicional de un testimonio es el más primordial y debe ser cambiado,” dice el documento. “Se debe prestar más atención a examinar y utilizar la evidencia material".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.