Los expertos suizos no pueden confirmar que Arafat muriese envenenado
Los forenses no pueden asegurar que el polonio fuese la causa definitiva de su muerte, en noviembre de 2004
Los forenses del Instituto de Radiofísica de la Universidad de Lausana, en Suiza, han confirmado en rueda de prensa que sus análisis "apoyan razonablemente la hipótesis del envenenamiento" del líder palestino Yaser Arafat, según ha afirmado su director, François Bochud. Sin embargo, no pueden asegurar tajantemente que el polonio fuese la causa definitiva de su muerte, el 11 de noviembre de 2004. “¿Podemos excluir el polonio como causa de su fallecimiento? La respuesta es claramente no. Por el contrario, ante la pregunta ´¿Es el polonio la causa de la muerte?´ La respuesta es claramente no, igualmente. Los análisis no permiten llegar a esa conclusión categóricamente”, ha abundado Bochud.
El tiempo transcurrido desde la muerte del rais, en 2004, ha complicado el análisis de las muestras
Los especialistas, que trabajaron a petición de Suha, la viuda de Arafat, y en cuyo trabajo se basó la cadena catarí Al Yazira para desvelar la sospecha de envenenamiento en 2012, han confirmado que el tiempo transcurrido desde la muerte del rais ha complicado el análisis de las muestras, porque la “trazabilidad” de los restos da menores garantías de fiabilidad. Estos científicos no tuvieron acceso a muestras biológicas directas de Arafat, sino a lo que han llamado “muestras no convencionales”, efectos personales sacados de su bolsa de viaje, que luego sumaron a las muestras tomadas en la exhumación de hace un año en el mausoleo de la Mukata de Ramala. En las costillas de Arafat han llegado a encontrar una concentración de radiación hasta 20 veces superior a lo normal, han desvelado. Tuvieron que comprar muestras de polonio para poder hacer la comparación oportuna.
Tras mostrar su contrariedad ante la violación del embargo del informe, desvelado ayer por Suha Arafat antes de la comparecencia prevista para hoy, los forenses han contestado a preguntas de la prensa que es “imposible” que el polonio llegase de forma accidental al cuerpo del que fuera presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), lo que “inevitablemente, implica la intervención de un tercero", en palabras del profesor Patrice Mangin, director del Centro Universitario de Medicina Legal (CURML). Puede ser puesto en un vaso fácilmente y bastan unas gotas para que la dosis sea letal, ha explicado. Tanto él como Bochud han lamentado que Arafat no fuese sometido a una autopsia cuando falleció en París, un trámite que no contó con el permiso de su viuda.
Las dudas sobre lo ocurrido realmente podrían aclararlas los informes aún no conocidos de especialistas de Rusia y Francia, complementarios al trabajo de los suizos. Pese a las sombras del caso, Suha Arafat ha insistido esta mañana en W Radio en que “se cometió un crimen” con una “dosis letal” de polonio, aunque no sabe quién pudo perpetrar el golpe. Wasel Abu Yusef, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha reclamado una comisión internacional de justicia que aclare el caso, similar a la que investigó el asesinato del primer ministro de Líbano Rafiq Hariri. Insiste en que el polonio es una “sustancia propiedad de los Estados” y que “el único” que tenía interés en hacer desaparecer a Arafat era Israel. Sin embargo, en la radio pública, el actual ministro de Energía y ex canciller israelí en 2004, Silvan Shalom, ha afirmado que su Gobierno nunca tomó la decisión de hacer un “daño físico” a Arafat, que antes de morir estuvo dos años y medio cercado en su palacio de Ramala.
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