_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El incierto destino del Chong Chon Gang

El barco carguero norcoreano detenido en Panamá llevaba material de guerra. ¿Cuántas operaciones ilícitas se habrán hecho a través del Canal sin que las autoridades las detecten?

Cruzar el Canal de Panamá, pronto en sus 100 años de vida, se ha hecho rutinario para el comercio mundial. Su protocolo es simple: cuando el barco solicita tránsito por el Canal, a través de su agente naviero, se le calcula su peaje en base a su peso y de inmediato se debe proceder a su pago a través del Citibank. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) es la única entidad pública panameña que se le permite tener cuentas bancarias operativas en bancos diferentes al estatal, por la facilidad internacional que ello brinda a sus usuarios. Cuando el viejo carguero norcoreano Chong Chon Gan separó su turno para cruzar el Canal de Panamá por el Atlántico hubo de pagar por adelantado su peaje, anunciando que transportaba azúcar cubana, la cual tenía determinado peso. La ACP no revisa la carga que se declara, sólo cuando se trata de aquella peligrosa que requiere de tratamiento especial y que es objeto de medidas de seguridad especiales.

Según el gobierno panameño por “informes de inteligencia” se le seguía el rastro al buque, atribuyendo posible trasiego de drogas. No se ha podido determinar si el soplo lo dieron los norteamericanos y menos se ha podido saber con precisión si su detención la hace algún guardacostas de ese país en alta mar, muy pendiente de todo lo que se hace en el Caribe, sobre todo por el gran trasiego que cada vez aumenta en esas aguas.

El buque es abordado por el Servicio Nacional Aeronaval de Panamá (SENAN) llegando al puerto de Manzanillo, una de las tres terminales de carga de la ciudad de Colón, la segunda ciudad más importante del país. Allí ha permanecido desde su detención el 15 de julio pasado.

La información que se conoce es que al enterarse Cuba de su detención en alta mar, a través de su Viceministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra, solicita a Panamá que debido a que el barco sólo transporta azúcar, lo dejen continuar tránsito hacia Corea del Norte. Esta supuesta petición es desoída y se comienza a determinar qué transportaba el misterioso buque. Cuba y Norcorea dicen que se trata de un convenio que existe entre ellos y que sólo se transporta azúcar y armamento obsoleto a ser reparado en el país asiático, algo contractual entre esos países, argumento que sus abogados han esgrimido, al igual que uno que otro portal izquierdista en el internet.

Se descubre que dentro de la carga hay mucho más que "fierros viejos” como dijeron los cubanos y que hay material de guerra en buen estado, como lo son dos aviones migs, si bien desarmados, pero en perfecto estado, y unos radares listos para usar. No sólo contrabando, al tratar de pasar mercancía no declarada, sino tránsito de material bélico, prohibido por las Naciones Unidas.

Dos días después de su captura, el expresidente colombiano Álvaro Uribe, según reseñó El Tiempo de Bogotá, dijo que ese barco antes de llegar a Corea pararía en Ecuador, donde descargaría parte del equipo bélico encontrado. No tardó mucho Ecuador en desmentirlo. Nada de eso se ha podido comprobar si los tales aviones migs tenían relación con las denuncias del exvicepresidente venezolano José Vicente Rangel de que la oposición de su país adquiriría aviones para atacar desde Colombia a Venezuela.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tampoco se podrá determinar si lo declarado hasta el momento era todo lo que había de carga. El prestigioso periodista venezolano Nelson Bocaranda Sardi señaló en su columna del 21 de agosto que “apareció un contenedor totalmente lleno de billetes euros y dólares. Harán pruebas para determinar si son falsos, como se presume, o verdaderos”. Ningún medio hizo eco a esta contundente revelación. Ni autoridad alguna afirmó o negó su contenido.

Lo cierto es que con el pretexto de que trasegaba drogas, se detiene un barco de Corea del Norte proveniente de Cuba con armamento listo para usar, por lo que el cuento de que serían refaccionados se fue al suelo y que transportaba otra cosa como dinero falso no se podrá confirmar. ¿Cuántas otras veces estas operaciones ilícitas se habrán realizado sin que las autoridades se percaten?

Guillermo A. Cochez, exembajador de Panamá en la Organización de los Estados Americanos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_