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México se indigna por el caso Patishtán

Organizaciones, políticos y columnistas critican la decisión de la justicia mexicana de mantener preso al indígena

El hijo de Alberto Patishtán.
El hijo de Alberto Patishtán.PEP COMPANYS

El pasado jueves, la justicia mexicana decidió mantener en prisión a Alberto Patishtán (1971), el maestro chiapaneco condenado a 60 años por el asesinato de siete policías en un juicio celebrado en el año 2000 y plagado de irregularidades. Tras años de lucha judicial por demostrar su inocencia, la defensa esperaba el fallo favorable del Consejo de Judicatura Federal de la capital mexicana. Pensaban que el tribunal colegiado cancelaría la condena, tras las múltiples pruebas presentadas a favor de su inocencia. Pero la respuesta fue negativa y las reacciones no se hicieron esperar. Políticos, columnistas y movimientos sociales expresaron su indignación ante un caso al que tachan de injusto y aberrante. A las protestas contra la reforma energética y educativa del Gobierno de Enrique Peña Nieto se le une ahora la causa de este maestro y activista. Raúl Romero, militante del Comité para la Liberación de Patishtán, lo resumió con las siguientes palabras: "Luchar por su libertad es luchar por la libertad de todos los mexicanos".

A primera hora del viernes, la popular periodista Carmen Aristegui entrevistó vía telefónica al maestro preso en el penal de San Cristóbal de las Casas, donde está encerrado desde el año 2000. Patishtán aseguró que se encuentra bien: “Quiero decirle a la gente que siga luchando por la justicia. Hay muchos motivos para pensar qué México queremos. Que Dios bendiga a todos”. En el mismo programa, Jaime Martínez Veloz, Comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas, aseguró que solo quedan tres recursos, recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (lo cual demoraría años el proceso), pedir el indulto presidencial o la amnistía del poder legislativo.

Liberan a asesinos y corruptos  y mantienen preso a Patishtán. Es una advertencia al pueblo: la complicidad con el poder será recompensada y la lucha será castigada”

Julio Hernández

Casi todas las reacciones se refirieron a este punto: En las últimas semanas, gracias a polémicas decisiones judiciales, han salido de la cárcel tanto el narcotraficante Rafael Caro Quintero como el asesino intelectual del periodista Manuel Buendía, José Antonio Zorrilla. “Es absolutamente irónico que México viva una oleada de excarcelaciones de personajes socialmente considerados asesinos y corruptos”, comentó el columnista de La Jornada Julio Hernández mencionando el caso de la francesa Florence Cassez, implicada en secuestros del narcotráfico y liberada el 23 de enero tras el fallo de la Suprema corte, el del mecionado Caro Quintero, cuya puesta en libertad provocó la sorpresa y estupor en Estados Unidos, el de Raul Salinas de Gortari, hermano del expresidente del Partido Revolucionario Intitucional (PRI), que fue acusado de asesinato y enriquecimiento ilícito y exonerado el pasado 19 de julio, y por último “el de los militares acusados de proteger las acciones del narco, cuyo caso fue olvidado por la Procuraduría General de la República”.

“El caso Patishtán es un golpe más contra los mexicanos. Con la llegada de Peña Nieto volvemos a las demostraciones de impunidad y a los favores a sus amigos. Liberan a asesinos y corruptos cercanos al PRI (el partido gobernante) y cometen la aberración de mantener preso a Patishtán. Es una advertencia al pueblo de que la complicidad con el poder será recompensada y la lucha será castigada”, concluyó Julio Hernández.

El líder fundador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtemoc Cárdenas, también expresó su indignación vía Twitter: “El Tribunal Colegiado ha cometido una injusticia al fallar contra Alberto Patishtán. El Ejecutivo debe usar sus facultades para liberarlo”. Pero no solo militantes y políticos de izquierda han mostrado su malestar. El consultor y columnista Gabriel Guerra Castellanos expresó a este periódico su deseo de que la presión mediática y social generen una respuesta por parte de las autoridades. “Pero quisiera que vayan más allá del mero caso Patishtán. Ojalá todo esto sea un catalizador para el reclamo social, como lo fue el documental Presunto culpable, gracias al cual se revisó el sistema jurídico”.

El Comité por la liberación de Patishtán, apoyado por más de una decena de organizaciones como el movimiento Yo soy 132, el Movimiento por la Paz con Justicia y y Amnistía internacional, ha convocado una movilización en el Ángel de la Independencia (en el paseo de la Reforma, en pleno corazón de México DF) a las 20:00. “La lucha de nuestro maestro es la lucha de todos los mexicanos afectados por la injusticia de este sistema”, expresó Rogelio Ruedas Segura, miembro del la organización. Ayer el hijo del indígena encarcelado, un joven de 17 años que desde los 3 tiene a su padre entre rejas, conmocionó a todos los presentes con sus lágrimas y su discurso entrecortado: “Hemos visto la porquería de justicia que tenemos. Pero juro por mi vida que no me voy a rendir hasta que liberen a mi papá”.

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