Las familias del ‘caso Heavens’ exigen un forense independiente
Las familias de los 12 desaparecidos en un ‘afterhours’ de México DF dudan de las identificaciones oficiales y de la investigación
Desde uno de los teléfonos del patio de una cárcel de Sonora, en el norte de México, el preso Jorge Ortiz Reyes decía esta tarde de sábado cómo se encuentra después de que le hayan dicho que probablemente los restos de su hijo pequeño estén en una fosa clandestina.
–Echándole ganas. Hay que ser fuerte, porque tenemos más familia.
Tenía la voz serena. Él es el padre de Jerzy Ortiz, de 16 años, uno de los jóvenes secuestrados en mayo en un after de México DF. Jorge Ortiz, El Tanque, lleva diez años encarcelado por extorsión y por delincuencia organizada. Desde que el grupo en el que estaba su hijo fue raptado por un comando de delincuentes, por motivos que aún se desconocen, se ha rumoreado que su pasado en el mundo del hampa podría ser una causa del secuestro. Él lo ha negado. Ahora espera a que le confirmen si su hijo está en la fosa que ha hallado esta semana la Fiscalía. Si es así querría despedirlo en persona. “Espero que al menos me dejen tocar el féretro”. Su esposa, Leticia Ponce, le ha pedido a las autoridades que lo trasladen a un penal del DF para que eso sea posible y para que cumpla en este nuevo destino lo que le queda de condena, según ellos alrededor de un año.
Leticia Ponce estaba esta mañana en su tienda de camisetas roqueras y de bisutería del barrio popular de Tepito, de donde son casi todos los secuestrados. Aparte de su intento personal de acercar a casa a su marido, ella es la líder del grupo de familiares de los desaparecidos y tiene más tareas. La principal es lograr que a ninguno de ellos le queden dudas sobre el peritaje de los cuerpos de la fosa. La Fiscalía informó el viernes de que ha identificado entre ellos a cinco de los desaparecidos, que hasta ahora, oficialmente, habían sido 12, pero que podrían ser uno más, dado que las autoridades han dicho que en la tumba han encontrado restos de 13 personas. Y este domingo por la tarde, las familias después de volver a reunirse con la Fiscalía, han dicho que las autoridades tienen identificados a 10.
Pero las familias, después de un proceso de investigación lento y errático, no confían en las autoridades de su país y quieren que forenses extranjeros hagan un peritaje independiente de los cuerpos.
“Yo no me voy a llevar un cuerpo sembrado [puesto a propósito, o inventado]”, dijo esta tarde en la tienda Eugenia Ponce, hermana de Leticia. La madre de Jerzy Ortiz añadió como ejemplo de falibilidad del Gobierno mexicano el hecho de que este año entregaron a una familia un cuerpo equivocado de los fallecidos en una explosión en la sede de Petróleos Mexicanos. La Fiscalía les ha dicho que no hay nada que impida que hagan esa prueba alternativa y ellas ya se han puesto en contacto con un equipo de forenses argentinos.
Las familias se reunieron el viernes con la Fiscalía (Procuraduría General de la República, PGR) y, aparte, con la Fiscalía del DF, principal responsable de la investigación del caso, conocido como ‘caso Heavens’, por el nombre del after. La cita con las autoridades locales fue tensa, según el relato de los familiares. Eugenia Ponce contó esta tarde que ella le exigió con dureza al fiscal y al jefe de la policía judicial que encontrasen a los responsables del secuestro. “Sea quien sea. Así seas tú, Rodolfo [Ríos, el fiscal] o así seas tú, Raúl [Peralta, jefe de la policía]”, les espetó. “Caiga quien caiga”. Ellos, según la señora Ponce, se quedaron callados. Otra de las familiares que intervino fue Beatriz Loza, tía de Monserrat Loza. “Betty siempre se ha sentado en las reuniones al lado del fiscal y de Peralta y siempre les agradecía su trabajo, pero esta vez se paró y con las palabras que tuvo a su alcance les exigió respuestas. Tres veces tuvo que decírselo al fiscal: ‘Estoy esperando a que me conteste’”, relató Eugenia Ponce. También se desahogó con ellos el padre de la desaparecida Gabriela Ruiz. “Les dijo que ellos sabían que esto era cosa del narco, que en México si hay narco es porque las autoridades lo permiten y que ellos sabían esto desde el principio y que pudieron negociar con ellos pero no lo hicieron”, contó esta tarde la tía de Jerzy Ortiz.
La reunión se zanjó con la intervención de Penélope Ramírez, hija de Eugenia Ponce. Se puso de pie y se dirigió al fiscal y al jefe de policía. “Mi pregunta es si aquí [con la aparición de los cadáveres] se acaba su trabajo, porque ni han encontrado ustedes los cuerpos [los halló la PGR] ni han encontrado a los responsables. Su incompetencia se nota a kilómetros”. El resto de familiares asintieron, se levantaron y dieron por terminada la cita.
Leticia Ponce se fue de la tienda sobre las tres de la tarde con una nieta suya de cuatro años. Se iba con ella a la fuente del Monumento a la Revolución “para mojarse y para gritar”, dijo. La niña, una chiquilla delgadita, sonriente y con unos ojos grandes y expresivos, no entiende que su tío ha desaparecido, pero dicen que cuando se habla del asunto delante de ella se pone nerviosa. Dicen que lo echa de menos y que ha empapelado un trozo de una pared de su habitación con fotos del chico. Antes de que su abuela se la llevase de paseo estaba tomándose un vaso de gambas pringadas en una salsa oscura. “Yo soy tragona”, dijo, “como Jerzy”.
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