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Columna
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Vías interoceánicas para Centroamérica

Tratar de duplicar la ruta de comercio de Panamá sería un desperdicio de dinero

Justo cuando estábamos empezando a digerir la noticia de que Nicaragua ha firmado un contrato con una empresa china para construir un canal interoceánico de 30.000 millones de euros para competir con el canal de Panamá, Guatemala anunció esta semana que piensa construir su propio “corredor seco” interoceánico de 9.000 millones. ¿Son serios estos proyectos? Y si lo son, ¿tienen sentido?

Días atrás, apenas pocas semanas después de que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, firmara una polémica concesión por 50 años al magnate chino Wang Jing para la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, la junta directiva del Corredor Interoceánico, un consorcio privado guatemalteco, anunció que ha concluido sus estudios de factibilidad y que iniciará la construcción del corredor guatemalteco en abril de 2014.

El presidente del Corredor Interoceánico de Guatemala, Guillermo Catalán, dijo que el proyecto unirá las costas del Pacífico y el Atlántico del país por medio de una autopista de 372 kilómetros y una línea de ferrocarril que se completarán en 2019, según informó el miércoles la agencia Efe. En los próximos meses, la empresa empezará a comprar tierras a 3,533 propietarios de la zona por donde pasará el corredor, dijo.

Después de leer esta noticia, llamé al embajador de Guatemala en Washington, Francisco Villagrán, para preguntarle si el Gobierno de Guatemala respalda el proyecto.

Nicaragua y Guatemala se suman a Panamá en los proyectos de construcción de grandes infraestructuras

“Sí”, dijo. “Guatemala quiere impulsar este proyecto. El Gobierno quiere dar todas las facilidades para que el proyecto sea viable, porque es de interés del Gobierno, de los Gobiernos municipales y de las comunidades por donde pasará este corredor”.

Si los proyectos de Nicaragua y Guatemala se materializan, competirán con el canal de Panamá como vías para transportar contenedores de Estados Unidos y Latinoamérica hacia Asia, y viceversa.

¿Tiene sentido construir tres corredores interoceánicos en Centroamérica?, le pregunté a Alberto Alemán, exdirector del canal de Panamá que supervisó esa vía desde 1996 hasta 2012.

Alemán no lo cree. Según me dijo, sería mucho más caro y complicado transportar productos a través de Guatemala y Nicaragua que a través de Panamá, porque mientras el canal de Panamá tiene tan solo 80 kilómetros de largo, y Panamá ya tiene una autopista y un ferrocarril transoceánicos, el corredor guatemalteco tendrá 372 kilómetros de largo, y el canal de Nicaragua, 290 kilómetros.

En vez de competir, los países de la región deberían firmar acuerdos de libre comercio más eficaces, o implementar los existentes

“Lo de Guatemala no funciona como una competencia al canal de Panamá, no es viable”, dijo Alemán, agregando que lo mismo vale para el proyecto nicaragüense, y para proyectos similares que están considerando Honduras y El Salvador.

“Si tú llevas carga de Asia a Guatemala y la bajas a tierra, cruzas el país por tierra, y la recoges en un barco en la otra costa, será extremadamente caro”, agregó Alemán. “Tan solo bajar un contenedor del barco al muelle es más caro que moverlo a través del canal de Panamá”.

Guatemala dice que el canal de Panamá pronto quedará rebasado por el creciente comercio internacional. Panamá replica que está en medio de una expansión de 5.000 millones que duplicará su capacidad para 2015.

Según Alemán, el proyecto de Guatemala y los otros podrían tener sentido si se construyen para trasladar productos desde el interior hasta los puertos. Los países centroamericanos tienen una de las infraestructuras viales más anticuadas del mundo, dijo.

Un experto de una organización internacional, que pidió no ser identificado porque trabaja para varios Gobiernos centroamericanos, me señaló que Guatemala, Nicaragua y otros países no podrán competir fácilmente con Panamá. El canal de Panamá seguirá siendo más barato y seguro que los otros, dijo.

“Las empresas, además de los costes, se fijan en la certidumbre: quieren garantizar que sus productos lleguen sanos y salvos”, dijo. “Eso es difícil cuando hay que transferir varias veces los contenedores de los barcos a los camiones”.

Mi opinión: Guatemala y Nicaragua harían bien en construir importantes corredores de transporte, pero tratar de duplicar —o triplicar— la ruta de comercio interoceánico de Panamá sería un monumental desperdicio de dinero, en una región que ya es una de las más pobres del mundo.

En vez de competir entre sí, los países centroamericanos deberían firmar acuerdos de libre comercio más eficaces, o implementar los ya existentes.

Ya es un disparate que las pequeñas naciones centroamericanas tengan monedas diferentes y barreras aduaneras que hacen que sus camiones a veces deban esperar días para cruzar a un país vecino. En vez de gastar miles de millones en corredores interoceánicos, deberían construir proyectos de infraestructura complementarios, y compartir su uso entre todos.

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