Capturan en Colombia al capo de la mafia calabresa
Roberto Pannunzi fue capturado por la policía colombiana en un centro comercial de Bogotá. En este año han sido detenidos otros tres italianos señalados de tener vínculos con la mafia
Esta no es la primera vez que las autoridades colombianas capturan al italiano Roberto Pannunzi (1948), señalado como jefe de la Ndrangheta o mafia calabresa, una organización que controla el tráfico de cocaína en Italia y es considerada la más poderosa del crimen organizado de ese país. El ministerio de Defensa de Colombia anunció a través de su cuenta en Twitter que Pannunzi era conocido como “el Pablo Escobar de Italia” y asegura que es el capo italiano más buscado.
Según las autoridades colombianas Pannunzi es responsable de enviar a Europa unas dos toneladas de cocaína al mes y tenía cuatro órdenes de captura vigentes por “tráfico de drogas y asociación criminal con la mafia”. Además es requerido por la justicia italiana a través de una circular roja de la Interpol.
El capo había sido capturado en 1994 en un exclusivo sector de la capital antioqueña, tras una serie de seguimientos que probaron que estaba haciendo negocios con el llamado Cartel de Medellín. Tras su detención fue deportado a su país en donde era investigado por narcotráfico. Pannunzi se inició en la mafia hace más de 25 años y desde los noventa se le relacionaba con el tráfico de heroína entre Calabria y la mafia turca. Luego se conectó con los carteles del narcotráfico en Colombia. Este viernes, para evitar su captura, el italiano intentó burlar a las autoridades identificándose con una cédula falsa venezolana a nombre de Silvano Martino. Al comprobarse su identidad, fue capturado en un centro comercial en el norte de Bogotá en una operación conjunta de Policía colombiana y la agencia estadounidense antidrogas (DEA), según informaciones del Ministerio de Defensa de Colombia.
Durante 2013, la policía colombiana ha capturado a tres importantes jefes de la mafia italiana.
De acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, la mafia de los Pannunzi tiene una tradición de 30 años en el mundo de la droga y opera en Colombia, Italia, Venezuela, Portugal, España, Grecia, Sudáfrica, Suiza y los Países Bajos. En Colombia, habrían tenido negocios con el extraditado jefe paramilitar Salvatore Mancuso.
Desde 2010, la Policía colombiana en coordinación con la italiana han investigado el renacimiento de la mafia italiana en Colombia. Según el periódico El Colombiano de Medellín, la mafia calabresa lleva más de una década establecida en el país, usando rutas desde el atlántico colombiano y venezolano, con puentes en Guinea Bissau en África.
Durante 2013, la policía colombiana ha capturado a tres jefes de la mafia italiana. Primero fue Lacomino Tomasso, más conocido como ‘Salvatore’, legendario enlace de mafias italianas y relacionado con la Cosa Nostra. Tomasso estuvo en Colombia desde 2006 sin despertar sospechas en las autoridades antinarcóticos. Después,el 24 de abril, Domenico Trimboli de 59 años, italo-argentino conocido como ‘Pascualle’, cayó en Medellín en un operativo conjunto de la policía italiana y colombiana, con el apoyo de la Interpol. Al momento de su captura ‘Pascualle’ que hacía parte de la Ndrangheta, tenía una condena en Italia de 12 años de cárcel por tráfico de narcóticos. Cuatro días después, el 28 de abril, la policía colombiana capturó a Santo Scipione en una finca de Antioquia, otro enlace de la Ndrangheta. Todos fueron enviados a Italia. Este narcotraficante tenía una circular roja de la Interpol por una condena a 15 años del tribunal de Bibo Valentia.
Las autoridades colombianas creen que los italianos, muchos de los cuales estuvieron presos y quedaron libres, se trasladaron a Colombia buscando garantizar que los estupefacientes lleguen a sus centros de acopio en Europa y que tienen contactos en España y Francia. Además que usan casas de cambio en Colombia para lavar su dinero y pagar las transacciones de droga.
La mafia a ambos lados del charco
El impronunciable nombre Ndrangheta define a una de las organizaciones criminales más ricas y poderosas de Italia. Sin ser tan famosa como la siciliana Cosa Nostra o la Camorra napolitana, los calabreses de la Ndrangheta desbancaron en los años noventa a los dos anteriores para ocupar el podio de los grupos mafiosos italianos.
Los investigadores aseguran que el crecimiento del grupo calabrés se debió a sus vínculos con los cárteles colombianos en el comercio trasatlántico de cocaína. La existencia de capos europeos en Colombia permitía la apertura de nuevas rutas de tráfico hacia Italia y España. Según la policía colombiana, sacan la droga en lanchas desde el Caribe y el Pacífico hasta Centroamérica o Ecuador, y luego envían contenedores vía marítima con pequeños cargamentos de cocaína. El producto llega a la costa de España, desde donde se expande hacia Italia y el resto de Europa.
Según el semanario británico The Economist, Roberto Pannunzi ha sido la pieza clave para forjar estos vínculos comerciales. Considerado uno de los principales exponentes de la Ndrangheta, el calabrés comenzó sus andanzas en los años sesenta trabajando para varios capos italianos, pero sobre todo a las órdenes del jefe de la Ndrangheta, Don Antonio Macri de Siderno, uno de los gangsters más violentos y poderosos hasta su asesinato en 1975. Pannunzi trabajó a sus órdenes en Canadá, país en el que el capo había agrupado a distintos clanes de Calabria para organizar la transacción internacional de narcóticos. Las autoridades canadienses les bautizaron como el Grupo de Siderno (un pequeño pueblo de Calabria del que provenían sus principales integrantes).
Tras la muerte de Macri, Pannunzi continuó su carrera delictiva en Italia, pero en los años 90 volvió a internacionalizar su negocio, controlando el tráfico de heroína entre Calabria y la mafia turca y estableciendo contactos con la Cosa Nostra en Sicilia y Estados Unidos. En esa época comienza su relación con el famoso cartel de Medellín (provincia de Antioquía) comandado por Pablo Escobar hasta su muerte en 1993. Su relación con el cartel era tan íntima que llegó a casar a su hijo con una miembro de la mafia colombiana para reforzar los lazos entre ambas familias. A diferencia de otros grupos mafiosos, las familias que integran la Ndrangueta son parientes reales, lo cual dificulta las filtraciones y las traiciones que tanto mermaron a otros grupos como la Cosa Nostra.
En 1994 Pannunzi fue arrestado en la capital antioqueña, pero cinco años después consiguió fugarse. En 2002 regresó a Colombia, donde continuó controlando el tráfico de estupefacientes con la ayuda de su mano derecha en Roma, Stefano Pascale. En 2004 fue nuevamente arrestado en Madrid junto a su hijo Alessandro Pannunzi, pero su estancia entre rejas tampoco se prolongó demasiado: en 2010 violó el arresto domiciliario al que se le había condenado por motivos de salud y se fugó nuevamente.
Según el diario Los Ángeles Times en el período más floreciente de su actividad llegó a importar a Europa hasta dos toneladas de cocaína al mes.
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