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Obama critica la actitud con que China ha desembarcado en África

El desprecio del medio ambiente o el agotamiento de los recursos naturales, principales dardos de su mensaje a Pekín El presidente glosa en Soweto la figura de Mandela y de los luchadores 'antiapartheid'

Obama (de espaldas) escucha a un joven en la Universidad de Soweto.
Obama (de espaldas) escucha a un joven en la Universidad de Soweto.SAUL LOEB (AFP)

Barack Obama ha proclamado este sábado en Johanesburgo su compromiso con África y especialmente con la juventud de este continente, a la que ha pedido que haga como él y tome como modelo e inspiración a Nelson Mandela y el arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, e incluso a los jóvenes de Soweto, luchadores por la igualdad racial que participaron en las revueltas de 1976 en contra del apartheid.

Sudáfrica es la segunda etapa de su gira por tierras africanas, que empezó el jueves en Senegal y continúa en Tanzania a partir del próximo lunes. El viejo expresidente sudafricano se ha colado de forma involuntaria en el programa de todos los actos que hasta el momento ha protagonizado Obama. No podía ser menos en su país y en Soweto, el gueto donde Mandela empezó su lucha política contra el régimen supremacista blanco.

El plato fuerte ha sido un encuentro con un centenar de jóvenes en el campus de Soweto de la Universidad de Johanesburgo. Un Obama relajado y con su habitual control de la puesta en escena ha conquistado a medio millar de jóvenes, que le han vitoreado cada vez que reiteraba su apuesta por un futuro mejor del continente. “Tenéis el futuro en vuestras manos. No perdáis las cualidades de la juventud”, les ha pedido, refiriéndose a “imaginación, optimismo e idealismo” y volviendo a poner de ejemplo a un Mandela que “no sé rindió” nunca, a pesar de que pasó “días negros que pusieron a prueba su fe en la humanidad”. En este sentido, Obama ha agradecido a Madiba los “27 años de cárcel” y su prioridad de la lucha democrática frente a su familia.

“África no va a tener un mejor compañero que Estados Unidos” para fortalecerse, ha dicho. Ese ofrecimiento no es gratuito. La Casa Blanca diseñó la gira africana para contraprogramar a China, que en los últimos tiempos ha ganado terreno a Estados Unidos como principal inversor en el continente. Sin embargo, la coincidencia de su visita con la agonía de Mandela ha obligado a Obama a centrar sus discursos en su mensaje y su figura.

El mandatario se reúne con un centenar de jóvenes en el campus de la Universidad de Johanesburgo en Soweto

Obama ha dicho que se siente satisfecho de que “todo el mundo quiera invertir” en África, citando expresamente a los chinos, y ha asegurado que el mundo necesita que este continente “construya, invente y venda sus productos”. En este sentido ha rechazado la idea de que siga siendo “el último tramo de la cadena de suministros” o “sólo la fuente de recursos naturales” de la que ir tirando sin miramientos y sin beneficios para sus millones de habitantes. Y ahí tenía su puya preparada para China, apuntando directamente a las críticas que recibe el gigante asiático cuando desembarca en una región. “Si en África se construye una carretera, aseguraos de que se contrata a africanos”, advirtió.

No ha sido la única referencia con crítica incluida a los chinos. En el turno de preguntas de jóvenes de diferentes países africanos al presidente, Obama ha afirmado que en la protección medioambiental Estados Unidos intenta hacer los deberes, aunque es consciente de que se puede hacer más, y ha culpado directamente a China de no esforzarse demasiado. “Son más grandes y tienen más población que nosotros”, dijo.

Obama ha llegado a Soweto en medio de una expectación total. Para amenizar la larga espera los asistentes han coreado a cappella cánticos de alabanza a él y a Mandela que en algunos momentos ponían la piel de gallina.

Sin embargo, en los apenas 20 minutos de discurso y la hora larga que ha dedicado a responder a las preguntas que diversos jóvenes africanos le han hecho por videomensajes, Obama no ha pronunciado grandes frases que puedan marcar este acto como uno de los más importantes de su carrera. Y eso que lo tenía todo para hacer historia: en el continente de sus antepasados, Soweto, el apartheid, un Mandela viejo y enfermo... Obama sin embargo se ha dedicado a demostrar gran oratoria y saber estar y a soltar algún chiste (“estoy acostumbrado a una mujer fuerte” o “alguien tendría que decir a mi helicóptero que no haga tanto ruido”, así como otras frases bonitas para África).

Horas antes de trasladarse a Sowewto, los Obama se reúnen con la familia de Mandela en la fundación que lleva su nombre

“Hola, gente”, se presentó en zulú (la lengua mayoritaria de la población negra del país) con un auditorio que le aplaudió a rabiar, igual que cuando alabó a jóvenes presentes por sus cualidades o trabajos extraordinarios.

Horas antes de trasladarse a Soweto en helicóptero, Obama y su mujer, Michelle, mantuvieron una reunión privada con parte de la familia Mandela en la fundación de este, al norte de Johanesburgo, para trasladar sus mensajes de ánimo. La actual esposa del expresidente sudafricano, la mozambiqueña Graça Machel, no acudió pero atendió al líder americano en conversación telefónica. Machel aprovechó para agradecer a Obama las palabras de cariño que está teniendo hacia Madiba.

En cuanto a la salud de Mandela, este sábado cumple tres semanas ingresado en el Mediclinic Heart de Pretoria por una recaída de la infección pulmonar que padece. El pasado sábado el presidente, Jacob Zuma, informó de que su salud había empeorado y calificó su estado de “crítico”, aunque en los últimos días se han sucedido los mensajes de que Madiba está “mejorando”. Hoy, sin ir más lejos, Zuma y Machel han vuelto a hablar de mejoría e incluso la segunda se ha mostrado confiada en que “pronto” salga del hospital.

Este domingo la agenda oficial se traslada a Ciudad del Cabo, otra ciudad simbólica para Mandela. El presidente se trasladará hasta la antigua cárcel de Robben Island, en el medio del Atlántico, donde Madiba pasó 18 de los 27 años que permaneció preso, condenado por terrorismo y traición por el régimen del apartheid, y donde se forjó su imagen de líder e icono global.

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