Cuba ofrece que un médico de EE UU visite al norteamericano preso en la isla
El encarcelamiento de Alan Gross es el principal obstáculo para restaurar la relación bilateral entre ambos países
El Gobierno de Cuba ha accedido a que un médico de Estados Unidos visite a Alan Gross, un estadounidense de 63 años, que cumple una condena de 15 años en la isla acusado de atentar contra “la independencia y la integridad del Estado”. La detención de Gross es uno de los principales obstáculos para que ambos países retomen su relación bilateral. El ofrecimiento se produjo la semana pasada durante la visita a este país de Josefina Vidal, un alto cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano.
En 2009, Gross trabajaba como contratista para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en un programa para mejorar las comunicaciones y el acceso a Internet de la comunidad judía cubana cuando fue detenido por el régimen castrista. En los cuatro años que lleva encarcelado en la isla la salud de Gross se ha resentido Hace unos meses el Gobierno de la isla se negó a la solicitud de la familia del estadounidense para que su médico personal pudiera visitarlo en el hospital militar en el que se encuentra recluido.
La semana pasada Vidal viajó a Washington donde se entrevistó con miembros del Departamento de Estado, entre ellos la subsecretaria para América Latina, Roberta Jacobson. Preguntado por el contenido del encuentro, el portavoz del Departamento, Patrick Ventrell, fue muy poco específico. “Tengo que revisar los detalles, pero nosotros siempre hemos sido muy claros y consistentes con los cubanos en lo que respecta al asunto de Alan Gross”, indicó.
EE UU ha tratado de convencer a las autoridades cubanas para que pongan en libertad al contratista. El verano pasado, una delegación de miembros del Congreso planteó el tema directamente al presidente de la isla, Raúl Castro. Hasta el momento, el Gobierno castrista se ha mostrado dispuesto a excarcelar a Gross a cambio de que las autoridades estadounidenses liberen al grupo de cinco cubanos acusados de espionaje. El secretario de Estado, John Kerry, aseguro el pasado mes de abril que este intercambio era inviable.
Este mismo miércoles, un juzgado federal ha desestimado la demanda que la familia de Gross interpuso al Gobierno de EE UU en el que le reclamaba una compensación económica de 60 millones de dólares alegando que no se le había informado ni preparado debidamente para afrontar los riesgos que suponía realizar misiones en el extranjero.
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