Bruselas cree que aún no hay evidencias del uso de armas químicas

Cualquier uso de armas químicas en el conflicto sirio sería inaceptable, pero la Unión Europea aún no tiene pruebas de que ya se hayan empleado. Bruselas se ha desmarcado del creciente convencimiento que muestra Estados Unidos —al que se acaba de sumar Reino Unido— de que el régimen de Bachar el Asad esté recurriendo a las armas químicas para reprimir a los rebeldes.

“Seguimos muy de cerca la situación, pero por ahora las pruebas no son del todo definitivas”, ha asegurado en conferencia de prensa un portavoz de la alta representante para la política exterior, Catherine Ashton. La Comisión Europea esperará a que concluya la investigación que ha abierto la ONU para extraer sus conclusiones. El portavoz subrayó la importancia de aguardar a esos resultados porque el proceso se está realizando dentro del país.

De esa forma, Bruselas se resiste a aceptar un escenario que obligaría a cambiar la estrategia seguida hasta ahora respecto a la guerra en Siria. La comunidad internacional consideró el uso de armas químicas como una línea roja en el conflicto, aunque sin hablar de una intervención automática en el momento en que se traspasara esa línea. La misma postura adoptó la OTAN.

Con Francia y Reino Unido a favor de dar pasos más decididos contra el régimen, los Estados miembros han enviado en los últimos meses tímidas señales para apoyar más decididamente a la oposición, mediante una relajación en varios elementos del embargo que rige para el país, pero sin atreverse a abrir la veda a la exportación de armas. El motivo es que la mayoría de los países temen que esas armas acaben en manos de los más radicales y supongan un elemento adicional de inestabilidad en esa zona tan convulsa.