La policía interroga al empresario que acusó de corrupción a Lula

La Policía Federal que está investigando las acusaciones de Marcos Valerio contra el expresidente Lula da Silva ha convocado al empresario para que esclarezca las declaraciones hechas en septiembre pasado al Fiscal General del Estado, Robero Gurgel, según informa hoy el diario O Estado de São Paulo. La fecha y el lugar del encuentro de Valério, condenado a 40 años de cárcel en el proceso del mensalão, están bajo secreto policial.

Antes de emitir un juicio sobre las acusaciones del empresario contra Lula y contra el exministro de Economía, Antonio Palocci, la policía pretende que Valério ofrezca mayores informaciones y datos concretos referentes a sus graves acusaciones.

Entre las denuncias de quien fue el operador financiero del escándalo de corrupción del mensalão, figura que el Gobierno del PT habría recibido 7 millones de dólares de Portugal Telecom, tras un acuerdo llevado a cabo entre Lula, Palocci y el entonces presidente de Telecom, Miguel Horta.

El valor de aquel acuerdo habría sido pagado a través de cuentas de proveedores de la empresa portuguesa en Macao (China) a los expertos en publicidad, Duda Mendoza y Nizan Guanaes, que se habían encargado de la imagen de Lula en las elecciones que lo llevaron al poder en 2002. Valério habría entregado los números de las cuentas bancarias que habrían recibido aquel dinero.

La convocación del empresario por la policía se ha hecho necesaria ya que, según el fiscal de la República, Francisco Guilherme Vollstedt Bastos, dichas acusaciones indican una "suma de crímenes de corrupción pasiva, corrupción activa, blanqueo de dinero, evasión de divisas e ilegalidades fiscales”.

La investigación sobre Lula fue repasada por la Fiscalía General de la República a los fiscales de Brasilia, ya que en este momento tanto Lula como Palocci no gozan del privilegio del foro y deben ser juzgados en primera instancia.

El expresidente había quedado fuera del proceso del mensalão porque el Fiscal General consideró en su momento que no existían pruebas contra él. Valerio había siempre exonerado a Lula de haber participado en el esquema de corrupción. Sólo después de haber sido condenado a 40 años de cárcel, y de sentirse, según él, abandonado por el PT, decidió involucrarlo.

El Partido de los Trabajadores (PT) subraya que en realidad la acusación no es contra Lula, sino contra un presunto “uso ilegal” de donaciones en la campaña presidencial que le llevó al Gobierno.

Quizás por ello, hoy el PT está defendiendo en el Congreso, en el debate sobre la reforma política, que los partidos solo puedan ser subvencionados por el Estado y que sea “crimen”, como aseguró el propio Lula, recibir dinero de empresas privadas.