Uhuru Kenyatta se perfila como ganador en las presidenciales de Kenia
Hijo del primer presidente del país, está acusado de crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional
El recuento de las elecciones celebradas este lunes en Kenia empieza a dar sus primeros resultados, aún parciales, pero cada vez más claros. Con el 42% escrutado, Uhuru Kenyatta ha obtenido el 53% de los votos frente al 42% de su gran rival, Raila Odinga. Con estos resultados, Kenyatta, que está acusado de crímenes contra la humanidad por parte de la Corte Penal Internacional (CPI), se convertiría en presidente sin necesidad de una segunda vuelta. Antes de los comicios, las encuestas auguraban un duelo más cerrado entre ambos candidatos y pronosticaban que sería necesario recurrir a un desempate.
Los resultados parciales de las elecciones en Kenia dejan bien a las claras que Uhuru Kenyatta ya ha tomado la delantera a Raila Odinga en la carrera hacia la presidencia. Sin embargo, aún es pronto para cantar victoria de manera definitiva porque la ventaja de 11 puntos que mantiene sobre su rival no le serviría de nada si cae por debajo del 50%, ya que entonces se forzaría una segunda vuelta, prevista para el 11 de abril. El tercer candidato en liza, Musalia Mudavadi, obtiene un escaso 3% de votos. El recuento se está produciendo en medio de una enorme expectación, pero en calma. La Comisión Electoral Independiente tiene de plazo hasta el próximo 11 de marzo para anunciar los resultados provisionales.
Salvo por los ataques de la noche del domingo al lunes en la región de Mombasa en los que fallecieron al menos quince personas y por pequeñas irregularidades en algunos colegios electorales, el proceso electoral ha estado marcado por la normalidad. Pese a todo, sorprende el elevado número de papeletas nulas, más de 300.000, lo que representa aproximadamente un 5% de los votos emitidos. La participación ha sido muy elevada, en torno al 70% de los 14,3 millones de electores llamados a las urnas.
Uhuru Kenyatta, de 51 años y hasta ahora viceprimer ministro, es hijo del primer presidente de Kenia, Jomo Kenyatta, y una de las personas más ricas del país, heredero de un imperio familiar que incluye hoteles de cinco estrellas, unas líneas aéreas y granjas. Miembro de la etnia kikuyu, apoyó en 2007 la reelección del expresidente Mwai Kibaki, kikuyu como él, frente a Raila Odinga, de la etnia luo, comicios que acabaron en un baño de sangre cuando este último no reconoció la victoria del primero y aseguró que se había producido un fraude electoral. Kenyatta está acusado por la CPI de haber incitado a la violencia contra los partidarios de Odinga y contra miembros de la etnia luo en general.
El juicio contra Kenyatta, que está citado a declarar dentro de un mes, y contra su aliado político William Ruto, también acusado por la CPI, se podría celebrar este mismo año. El artículo 143 de la Constitución keniana prevé inmunidad para su presidente, pero si finalmente es condenado falta saber qué posición adoptarán otros países. Asimismo se podrían producir sanciones económicas contra Kenia. Sin embargo, Kenyatta ha sabido labrarse un notable respaldo popular estimulando la economía como ministro de Finanzas y cultivando una cierta imagen de “hombre del pueblo”. Un cable de la embajada de EEUU en Kenia desvelado por Wikileaks le retrataba como una persona “brillante y encantadora, incluso carismático”, aunque también aseguraba que “bebe mucho y no es muy trabajador”.
El programa con el que se presentó a las elecciones se centraba sobre todo en tres aspectos: la reconciliación étnica nacional, el crecimiento económico y la transparencia política. Asimismo, ha prometido combatir la amenaza que representa el terrorismo de Al Shabab procedente de la vecina Somalia y acometer una mejora de los hospitales estimulando la inversión privada y aumentando el gasto público en Sanidad, entre otros aspectos. A principios de febrero, Uhuru Kenyatta aparecía por debajo de Odinga en las encuestas de intención de voto; a finales de mes, sin embargo, había logrado equilibrar la balanza.
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