Marco Rubio dará la réplica al discurso sobre el estado de la Unión de Obama
El senador de origen cubano es uno de los principales promotores del pacto sobre la reforma migratoria presentado en el Senado
El Partido Republicano ha decidido que sea el senador por Florida, Marco Rubio, quien dé la réplica al discurso sobre el estado de la Unión que el presidente Barack Obama pronunciará el próximo martes. Rubio, de origen cubano, contestará al presidente de Estados Unidos en inglés y en español, toda una declaración de intenciones de la determinación de los republicanos por atraer al electorado latino.
La designación de Rubio para dar la réplica al presidente supone la consolidación del senador como una de las figuras con más proyección e influencia de su partido –su nombre está en todas las quinielas para la carrera hacia la Casa Blanca en 2016-. Una prueba de su pujanza es el hecho de que su rostro protagonice la portada de esta semana de la revista Time, bajo el titular, "El salvador republicano" - el senador se ha apresurado a publicar en Twitter: Solo hay un salvador y no soy yo, es Jesús"-.
Pero Rubio es, además, un factor clave de la estrategia de la formación conservadora por conquistar el voto latino, que en las pasadas elecciones se decantó de manera abrumadora (un 71%) a favor de Obama. El senador es uno de los principales impulsores del pacto bipartito sobre la reforma migratoria que se presentó hace dos semanas en el Senado y el encargado de promoverlo entre el sector más conservador y reacio de su formación. Durante su presentación, Rubio también empleó el español.
La designación de Rubio para dar la réplica al presidente supone la consolidación del senador como una de las figuras con más proyección e influencia de su partido
Pese a ser un adalid de la reforma migratoria, Rubio, un favorito del Tea Party, centrará su discurso en la defensa de los principios sobre los que pivota el Partido Republicano. “Es un orgullo para mí tener la oportunidad de poder discutir cómo la reducción de la presencia del Gobierno y la libertad de empresa ayudaron a mi familia a alcanzar el sueño americano”, ha señalado Rubio en un comunicado.
El discurso del senador por Florida también se centrara en la defensa de las políticas republicanas para favorecer a la clase media. “Sus palabras apelarán al corazón, las esperanzas y los sueños de la clase media, que hablará del compromiso de nuestro partido hacia y la libertad”, ha indicado el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, en otro comunicado.
Rubio, no obstante, también abordará el tema migratorio. Además de la propuesta que él abandera, el presidente Obama planteó las pinceladas esenciales de la suya la semana pasada en un discurso en Las Vegas y está previsto que presente medidas concretas durante su discurso sobre la Unión.
Rubio es, además, un factor clave de la estrategia de la formación conservadora por conquistar el voto latino
El senador demostró sus dotes oratorias en la convención republicana de este verano en Tampa. Rubio pronunció un emotivo discurso donde, además de criticar las políticas de Obama, hizo hincapié en su propia versión del sueño americano como descendiente de cubanos que ha conseguido abrirse camino hasta lograr un escaño en el Senado, cargo que ocupa desde 2010. “Esta no es mi historia, es también la de ustedes”, señaló.
El republicano es uno de los políticos más carismáticos de su partido y en los últimos meses ha demostrado gran habilidad para moverse entre el ala más reaccionaria de su partido y la más moderada. Responder al discurso sobre el estado de la Unión ofrecerá a Rubio una valiosa oportunidad para apuntalarse como uno de los líderes del partido en un momento en que, tras la derrota electoral de noviembre, no hay una figura clara que haya asumido sus riendas, más allá de Boehner, bastante cuestionado entre los suyos.
En 2011 tuvo ese privilegio Paul Ryan, que un año después sería elegido como candidato a la vicepresidencia por Mitt Romney. Pero también puede ser una manzana envenenada, la réplica que ofreció el gobernador de Luisiana en 2009 sepultó todas sus aspiraciones políticas a nivel nacional.
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