Obama se reúne con jefes de policía de las ciudades afectadas por matanzas
El presidente pide a los defensores de un mayor control de las armas que escuchen a quienes defienden su posesión
Barack Obama se ha reunido esta mañana en la Casa Blanca con representantes de los cuerpos de policía y oficinas del Sheriff de varias localidades de Estados Unidos en las que se han producido matanzas provocadas por tiroteos. El encuentro se enmarca en la estrategia del presidente para sumar apoyos a su plan de control de armas de fuego y se produce un día después de la publicación de una entrevista en la que el mandatario defiende la necesidad de que los que apoyan una mayor restricción de las armas “escuchen” a los defensores de su posesión.
Antes del encuentro, en el que también estuvo presente el vicepresidente de EE UU, Joe Biden, y el Fiscal General, Eric Holder, Obama apeló a la necesidad de un acuerdo entre demócratas y republicanos en el Capitolio para lograr reducir la violencia provocada por las armas de fuego. "La única manera en la que podremos lograr lo que nos proponemos es con la cooperación del Congreso”, explicó. “Lo que significa que habrá que aprobar leyes que restrinjan el acceso a las armas de asalto y a determinados cargadores que realmente no utilizan nuestros cazadores, los propietarios responsables de armas. Significa que tendremos que ponernos serios con la revisión de antecedentes de los compradores y con la atención a los enfermos mentales y a la seguridad en las escuelas".
El presidente ha firmado varias órdenes ejecutivas para endurecer las actuales restricciones legales sobre la posesión de armas pero necesita del apoyo del Capitolio para conseguir la prohibición de la venta de armas de guerra
En las últimas semanas, el presidente ha firmado varias órdenes ejecutivas para endurecer las actuales restricciones legales sobre la posesión de armas pero necesita del apoyo del Capitolio para conseguir la prohibición de la venta de armas de guerra y de los cargadores de más de 10 balas y para extender la obligatoriedad de revisar los antecedentes de los compradores de armas en todas las transacciones. La Casa Blanca intenta granjearse el apoyo de los responsables políticos tratando de movilizar a la opinión pública a través de actos y reuniones al margen de los pasillos del Congreso.
El encuentro de esta mañana con las Asociaciones de Jefes de Policía de Estados Unidos, en el que han participado los responsables de esos Departamentos de Newtown, Aurora (Colorado) –que el pasado julio asistió a la matanza de 12 personas (58 heridos) en un cine de las afueras- y Oak Creek (Wisconsin) –donde seis personas fallecieron y otras cuatro resultaron heridas en un tiroteo en un templo Sij-, tiene lugar dos días antes de que el Comité Jurídico del Senado comience las audiencias para evaluar las medidas propuestas por Obama.
La iniciativa de la Casa Blanca está encontrando una gran oposición por parte de los lobbys del sector armamentístico, algo de lo que son conscientes varios de los senadores que ya han comenzado a enviar a la cámara Baja propuestas para endurecer el control de las armas. La senadora Dianne Feinstein, que la semana pasada presentó un proyecto de ley para reinstaurar la prohibición de hasta 150 modelos de armas semiautomáticas, ha reconocido la dificultad de que su iniciativa llegue a convertirse en ley. Muchos de sus colegas demócratas también han manifestado su recelo a aprobar una legislación semejante, si bien sí son partidarios de extender el control de los antecedentes de los compradores, una medida que también cuenta con adeptos entre las filas republicanas.
El Comité Jurídico del Senado comenzará este miércoles las audiencias para evaluar las medidas propuestas por Obama
Obama está decidido a prohibir las armas de asalto, pero para ello necesita del consenso del Congreso y asegurarse de que los propietarios de armas no ven en su iniciativa una amenaza a la Segunda Enmienda, como él ha reiterado desde que decidió iniciar su particular lucha por el control de las armas de fuego tras la matanza en el colegio de Newtown el pasado 14 de diciembre. En una entrevista concedida a The New Republic que se publicó este domingo, el presidente reconoce que suele salir a cazar a menudo cuando está en Camp David y que respeta y entiende la tradición que rodea al mundo de la caza y del tiro deportivo en EE UU. “Creo que quienes infravaloran esta circunstancia cometen un gran error”, indica el presidente en la entrevista.
En el artículo, el presidente reconoce que está convencido de que su plan sobre el control de armas acabará logrando un consenso general. “Es precisamente en la necesidad de tender puentes entre quienes defienden posturas distintas donde va a residir nuestro principal reto en los próximos meses. Y eso significa que los defensores del control de las armas tendrán que prestar más atención a los de la otra parte”.
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