La policía liga a una trama criminal a una alta funcionaria cercana a Lula

La Policía Federal de Brasil ha denunciado ayer tarde a la exasesora de la Presidencia de la República, Rosemary Noronha, por organización criminal. Días atrás, Noromha había sido ya incriminada por tráfico de influencia, falsedad ideológica y corrupción pasiva.

Rosemary era la jefa de gabinete de la sede de la Presidencia de la República en Sâo Paulo, creada por el expresidente Lula da Silva, y fue detenida e interrogada el 23 de noviembre pasado en una operación llevada a cabo por la policía, llamada Porto Seguro, de la que no tuvo conocimiento ni el ministro de Justicia, José Cardozo, como él mismo afirmó.

En la operación seis personas fueron encarceladas, y otras 19, entre ellas Rosemary, fueron llevadas a la comisaría para ser interrogadas. La policía emitió otros 43 mandatos de busca y captura.

Entre los encarcelados figuraban directores y funcionarios de la Agencia Nacional de Transportes de Agua, de la Agencia Nacional de Aviación Civil, de la Abogacía General de la Unión y del Ministerio de Educación.

En total, 23 personas han sido acusadas de haber creado una organización criminal infiltrada en el gobierno y en el estado para obtener pareceres técnicos fraudulentos que eran vendidos a empresas privadas.

Entre las personas acusadas por la policía figura el número dos de la Abogacía General del Estado, José Wéber Holanda.

Las acusaciones hechas por la policía son: corrupción activa, corrupción pasiva, organización criminal, tráfico de influencia, violación de sigilo funcional, falsedad ideológica y falsificación de documentos.

La Presidenta Dilma Rousseff, inmediatamente después de haber sido publicados los nombres de los acusados, destituyó a todos ellos de los cargos que ocupaban en el gobierno, empezando por la jefa de gabinete de la Presidencia de la República.

Es esta acusada la que más preocupa a la presidenta ya que Rosemary fue asesora personal de Lula durante sus dos gobiernos, gozaba de pasaporte diplomático y realizó 30 viajes internacionales a 23 países en el avión presidencial como su asesora personal.

Fue Lula quién pidió a Dilma, al dejar la presidencia, que nombrara a Rosemary asesora de la Presidencia de la República en Sâo Paulo.

Según los informes de la policía, Rosemary se aprovechaba de su intimidad con el exspresidente para conseguir nombramientos de cargos importantes y para favorecer a empresas facilitándoles con sigilo informaciones del gobierno.

El Ministro de Justicia, Cardozo, informó al Congreso de la operación de la policía, a la que apoyó en su trabajo. Ni él ni la Presidenta de la República, Rousseff, fueron advertidos antes de las detenciones.

La policía federal entregará próximamente toda la documentación reservada de los 23 acusados a la Fiscalía General para que proceda a llevarlos a juicio o a archivar las investigaciones.

El Partido de los Trabajadores, al que estaba afiliada Rosemary como sindicalista, ha afirmado que si se confirmaran las denuncias de la policía, la exasesora podrá ser expulsada del partido.

Según el ministro Cardozo, en las investigaciones no aparece en ningún momento implicado el expresidente Lula quién al saber noticia dijo que se había sentido “apuñalado por la espalda” por su antigua asesora.