El soldado Manning acusa al Pentágono de trato injusto durante su detención
El soldado fue detenido en régimen de aislamiento en una base del Marine Corps 2011
La defensa de Bradley Manning alegó en una de las vistas orales previas a su consejo de guerra que los 30 meses que el soldado ha pasado en arresto militar, y especialmente aquellos en que estuvo en régimen de aislamiento en una base del Marine Corps en Virginia, son castigo suficiente a sus delitos, y que la jueza debería desestimar la petición de los fiscales del Pentágono de que se le aplique la cadena perpetua. A Manning se le juzga por sustraer 700.000 páginas de documentos secretos de EE UU y filtrarlas al portal de revelación de secretos Wikileaks.
El abogado civil del soldado, David Coombs, alegó en la vista oral que las órdenes de mantener al soldado en un duro régimen de aislamiento, cuando permaneció detenido en la base del Marine Corps de Quantico, en Virginia, venían desde arriba en la cadena de mando, desde el mismo Pentágono, y no obedecieron a la evaluación independiente de profesionales médicos.
El primer testigo de esta ronda de vistas preliminares, en la que se prevé que el propio soldado Manning tome el estrado, fue el teniente coronel Daniel Choike, que era comandante de la base de Quantico cuando Manning estuvo detenido allí, entre el 29 de julio de 2010 y el 20 de abril de 2011. Choike admitió que el teniente general George Lynn, que dirigía el Comando de Desarrollo y Combate del Marine Corps, dentro del Departamento de Defensa, escribió varios correos electrónicos a sus subordinados interesándose por las condiciones de detención del soldado y por la cobertura mediática del asunto.
Durante tres días en enero de 2011, los gerentes de la prisión militar colocaron a Manning en régimen de prevención de suicidios. Aquello implicaba pasar 24 horas en su celda, dormir desprovisto de su ropa e incluso perder sus gafas. El soldado se quejó a Choike en una carta que sus abogados luego filtraron a la prensa. Juan E. Méndez, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la tortura, llegó a pedir explicaciones por escrito al Departamento de Estado. Amnistía Internacional también presentó varias quejas. El Pentágono trasladó a Manning a otra prisión en Kansas en abril de 2011.
La defensa trata de rebajar la posible condena a Manning, alegando que se le sometió a trato injusto durante su detención previa a juicio. El letrado le preguntó al teniente coronel Choike cuáles eran los motivos para mantener a Manning en régimen de máxima seguridad y prevención de suicidio. “Lo grave de los cargos, la posibilidad de que se infligiera daño a sí mismo, que pudiera actuar con poco juicio, y por lo estropeadas que estaban sus relaciones con su familia”, respondió.
Luego relató que Manning se había comportado de forma errática al ser trasladado de Oriente Próximo a la prisión de Quantico. “Jugaba a cucú con los soldados. Lamía las barras de su celda. Bailaba de forma extraña”, dijo. El abogado le preguntó luego: “¿Agredió a alguien? ¿Atacó a alguien? ¿Fue irrespetuoso? ¿Perturbó el orden?”. La respuesta a todas esas preguntas fue negativa.
El abogado Coombs presentó también como prueba un correo que una de las supervisoras del centro de detención envió al teniente coronel Choike. Se trataba de un poema jocoso sobre la obligación de Manning de desnudarse para dormir por la noche. “Puedo llevarla en una caja. Puedo llevarla durante el día. Puedo llevarla porque yo lo digo. Pero no puedo llevarla por la noche. Mis comentarios han asustado a mis empleados”, decía la supervisora, en referencia a la ropa que se le denegaba a Manning. La defensa de Manning adujo comentarios como esos para demostrar la humillación en el trato al soldado mientras este permanecía en régimen de aislamiento.
Manning ha decidido asumir que fue él quien sustrajo los cables secretos y los filtró a Wikileaks. Las pruebas en poder el Pentágono son demasiado contundentes como para negarlo. Su defensa se ha centrado en buscar motivos para invalidar el juicio, primero, y en presentar atenuantes, después. Los fiscales le han acusado, entre otras cosas, de alta traición. Por ello, han pedido la cadena perpetua. Tras estas vistas orales, se prevé que el consejo de guerra comience formalmente el día 4 de febrero.
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