“España recibirá menos porque ahora es más rica”

La batalla por los fondos regionales es una de las más cruentas en la negociación del Presupuesto europeo. España acude a esa pelea con una posición difícil: el país es, pese a todo, más rico que hace unos años, pero la recesión aprieta y convierte este momento en el peor para perder capitales. A pocos minutos de recibir en su despacho a las autoridades griegas para supervisar cómo gastan sus fondos, el comisario europeo de Política Regional, Johannes Hahn, explica que en España solo Extremadura conservará las ayudas más cuantiosas, aunque habrá medidas paliativas para otras comunidades. Además, se extremará el control los fondos para que sean más productivos.

Pregunta. ¿En qué van a cambiar los fondos que distribuye la Comisión Europea?

Respuesta. Se trata de una política de inversión. Tenemos que invertir en las personas, en las regiones. En España, por ejemplo, es muy importante el desempleo juvenil; las políticas deberían mejorarse y evaluarse, con la idea de crear valor añadido.

P. El próximo Presupuesto supondrá un fuerte recorte para España, especialmente en cohesión. El Gobierno español calcula que perderá un 30% de fondos.

R. Es difícil creerlo ahora, pero muchas regiones han mejorado en los últimos años. Es verdad que España muy probablemente recibirá menos en el periodo 2014-2020. La única región que acabará recibiendo fondos de cohesión será Extremadura [hasta ahora eran cuatro, más otras dos en fase de abandono de esas ayudas]. Otras tendrán la nueva categoría de regiones en transición porque es necesario mitigar las consecuencias de la crisis.

P. ¿Cuáles serán estas regiones en transición?

R. Murcia, Melilla, Canarias, Castilla-La Mancha y Andalucía, que suponen casi un tercio de la población. Recibirán menos que si fueran regiones de convergencia [aquellas cuyo PIB es inferior al 75% de la media comunitaria] pero más que si fueran de las más desarrolladas. Hemos analizado las regiones europeas y la brecha entre las más y las menos desarrolladas es más profunda ahora.

P. Si esa brecha se ha agrandado, eso supone también un fracaso en las políticas regionales de la Unión Europea.

R. La política regional es potente, pero no es responsable de todo. Si se observa el pinchazo inmobiliario en España o la crisis bancaria en Irlanda, eso no tiene nada que ver con los fondos regionales. Pero hay otros elementos que influyen. Por ejemplo, en Irlanda, en los noventa usaron los fondos para formación. Y creo que una de las razones por las que aparentemente este país se recupera más rápido que otros es la cualificación de los trabajadores. En España ha habido mucha inversión en infraestructuras, muchas de ellas útiles, otras… digamos discutibles. Se ha invertido menos en personas y pymes. Es algo que entiende el Gobierno y que debería ser la prioridad absoluta de los Presupuestos europeos.

P. Entonces, ¿se recibirá menos para infraestructuras y más para empleo y pequeñas y medianas empresas?

R. Creemos que debemos reforzar la economía, apoyar a las pymes, ayudar a los emprendedores... Todo enfocado a mantener o elevar el empleo. En paralelo, es necesario invertir en formación,en particular en la profesional.

P. La paradoja es que el Presupuesto nacional ha recortado en estas partidas.

R. Por eso los fondos estructurales son tan importantes, porque son cofinanciados y permiten financiar proyectos en España de forma más barata.

P. ¿Es el reparto de los fondos la principal batalla en las negociaciones del Presupuesto?

R. Los fondos aparecen como uno de los principales blancos de los recortes, pero son cruciales para los países llamados amigos de las regiones (España pertenece a ellos), que intentan proteger esa partida. Para mí es importante no solo proteger el Presupuesto, sino mantener las políticas, entender que son una inversión y que con ellas siempre se obtiene más de lo que se aporta. No debería entenderse como solidaridad, sino como inversión.