El periodista quemado en Bolivia acusa del ataque a un político local
El ministro del Interior, Carlos Romero, vincula la agresión al narcotráfico
El periodista Fernando Vidal, propietario de Radio Popular de Yacuiba, ha denunciado que sus atacantes le dispararon tres veces antes de rociarle con gasolina y prenderle fuego, y vincula el hecho criminal a una presunta instigación del partido del alcalde de Yacuiba, Carlos Bru, el Poder Autonómico Nacional (PAN). Vidal realizó estas declaraciones a una emisora argentina antes de someterse a una segunda intervención quirúrgica en una clínica de Santa Cruz, fijada para este sábado. El alcalde Bru ha rechazado las acusaciones y ha emplazado a Vidal a probar sus aseveraciones ante la justicia.
“Una orden del médico, que constató arritmia de corazón e inestabilidad, ha impedido que mi padre entregue una declaración de viva voz a los medios locales”, explicó a EL PAÍS el hijo del periodista, Kim Vidal, desde el centro médico en la capital cruceña (oriente boliviano).
Fernando Vidal había anunciado una declaración para el viernes, pero debido a su delicado estado de salud fue suspendida, probablemente hasta el lunes, a la espera de que se conozcan los resultados de la cirugía y los médicos permitan el contacto telefónico con sus colegas bolivianos.
Vidal, de 78 años, fue sorprendido el pasado 29 de octubre, cuando emitía su programa de radio, por un grupo de sicarios que atacó la instalaciones de la emisora e incendió las cabinas y los equipos tras disparar contra el periodista y prenderle fuego, según su propio relato. Testigos del hecho dijeron que se oyeron varios disparos al aire antes de que comenzara el fuego.
El periodista y su equipo venían realizando denuncias sobre corrupción, contrabando y narcotráfico en Yacuiba, una población de unos 100.000 habitantes en la frontera de Bolivia con Argentina. El ataque a la emisora se produjo a las diez de la mañana del lunes, hora local, cuando Vidal entrevistaba a dos invitados que denunciaban el decomiso de mercadería realizado por agentes de la Aduana encargados de la lucha contra el contrabando, según informaron otros medios en Yacuiba.
Los cuatro presuntos autores materiales del ataque contra Vidal y su emisora de radio se encuentran ya detenidos en un penal de la ciudad de Tarija, tras declarar ante el juez cautelar; la policía ha confirmado que se trata de delincuentes comunes a sueldo. La investigación intenta establecer la identificación de los autores intelectuales del ataque. Esta información preliminar permitió que el ministro del Interior, Carlos Romero, rechazara cualquier vinculación de tipo político. Atribuyó el ataque perpetrado contra el periodista y el medio de comunicación a posibles motivaciones del contrabando y el narcotráfico.
Vidal ha declarado a Radio Mitre de Argentina que “los corruptos y maleantes que han financiado esto son gente de la agrupación del alcalde de Yacuiba, un hombre que debería estar preso en La Paz por tantos procesos que tiene”. El PAN, según Vidal, es un aliado del Gobierno del presidente Evo Morales, en cuya gestión “ha aflorado un estado de corrupción salvaje”.
La condena y el repudio ciudadano no se ha hecho esperar en Bolivia. Después de la muerte del comunicador Carlos Quispe, víctima de una salvaje paliza en su puesto de trabajo en una radio de Pucarani de La Paz, en 2008, el atentado contra la vida del periodista Vidal es uno de los más graves en el contexto de las agresiones que está sufriendo a diario el periodismo boliviano.
