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Un círculo letal en Grecia

Los recortes deprimen la economía, aumentan el déficit y la deuda y provocan más ajustes Los políticos no cumplen con sus compromisos ni toman en serio la elevada evasión fiscal

Universitarios griegos en una manifestación contra la austeridad en Atenas.
Universitarios griegos en una manifestación contra la austeridad en Atenas. SIMELA PANTZARTZI (EFE)

Basta con ver los rostros largos en las reuniones europeas para comprender que se extiende la convicción de que Atenas no va a poder evitar un nuevo recorte de la deuda, esta vez de la del sector público, para no quebrar. Al acercarse al final del quinto año de recesión, el país del Egeo ha perdido la quinta parte de su riqueza y uno de cada cuatro griegos está en paro, una cifra que entre los jóvenes supera el 50%. La renta media cayó, según datos de la OCSE, un 25% en solo un año, de 20.500 euros en 2010 a 15.700 en 2011. La deuda pública sobrepasa los 300.000 millones de euros, alrededor del 132% del PIB, el porcentaje más elevado de Europa.

Como subrayan los editorialistas y economistas más autorizados, Grecia ha caído en una espiral de muerte en la que, cuanto más recorta, más se contrae la economía, más aumenta el déficit que alimenta la deuda y más tiene que volver a cortar. Mohamed El-Erian, influyente economista y director del gigantesco fondo PIMCO, ha escrito recientemente que “ninguna austeridad, ninguna reforma, aunque se logre que la sociedad la digiera, podrá funcionar jamás si Grecia no recupera un mayor margen de maniobra”. Es decir, si no encuentra la manera de volver a crecer.

Incluso aunque parezca que el nuevo paquete de medidas de ajuste de la balanza pública que Grecia está negociando en difíciles conversaciones con la troika UE-FMI-BCE contiene atajos. Con la ilusión de poder presentar el próximo año incluso un superávit primario de 2.000 millones —una locura, puesto que las estimaciones de otoño del FMI prevén que la caída de la economía sea del orden de cuatro puntos más en 2013—, Atenas trata de conseguir que le concedan el próximo tramo del megapréstamo europeo de alrededor de 31.000 millones de euros con medidas que afectan sobre todo a las franjas más débiles. De los 13.500 millones de euros de retoques, está previsto que la mayor parte proceda de los recortes en las pensiones y la seguridad social. Ya en el primer año de la ayuda, 2010, Grecia prefirió sanear fundamentalmente mediante recortes e incrementos fiscales. También entonces corrigió el endeudamiento en nada menos que cinco puntos del PIB, una marca histórica, centrándose en el gasto público y las pensiones.

En definitiva, el problema de Grecia es la incompetencia de sus políticos, que hasta ahora no han sido capaces de elaborar programas alternativos para enderezar las cuentas que afecten a los grupos de influencias y a las empresas. Antes de 2015 deberían dejar sus puestos 150.000 empleados públicos, pero hasta el momento lo único que se ha visto es que los políticos locales han conseguido eludir el bloqueo de los contratos de relevo e incluso lo han asumido. En 2010 se anunció un plan de privatizaciones de 50.000 millones de euros al que le está costando despegar. El mes pasado, el número uno de DEPA, Athanasopoulos, anunció que con la cesión de la empresa de gas y la de distribución DESFA será posible recaudar 19.000 millones de aquí a 2015, y el ministro de Finanzas, Stournaras, ha concretado que tiene intención de atraer tres euros de inversiones por cada euro obtenido con las privatizaciones. Sin embargo, en este frente, y desde hace ya dos años, estamos casi parados en los anuncios.

Ahora bien, la verdadera llaga del país es sobre todo la evasión fiscal, y ninguno de los tres Gobiernos que se han sucedido de 2009 a hoy —Papandreu, Papademos y Samaras— parece querer tomar medidas serias al respecto. Según un estudio reciente de tres economistas griegos (Artanavis, Morse y Tsoutsoura), solo en el sector de los trabajadores autónomos, la evasión asciende a 28.000 millones de euros, el 10% del PIB. Eso quiere decir que, por término medio, los verdaderos ingresos de médicos, abogados, ingenieros, restauradores o artesanos son 1,92 veces los que declaran, casi el doble. Con picos entre los médicos (2,45), los ingenieros (2,40), los operadores del sector financiero (2,22) y los abogados (2,26). Si Grecia no afronta seriamente este drama, tiene pocas posibilidades de relanzar su economía.

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