Un adolescente mata a nueve personas a cuchilladas en China

Un adolescente ha matado a nueve personas a cuchilladas en la provincia nororiental china de Liaoning, según ha informado este jueves la prensa local. El chico, de 17 años, del que solo ha trascendido que se apellida Li –un nombre muy común en China-, irrumpió en casa de su novia y asesinó a dos parientes de la chica después de una discusión, según el Diario Jurídico. El ataque no cesó aquí, ya que al salir de la vivienda acuchilló hasta la muerte a otras seis personas e hirió a cinco, una de las cuales falleció posteriormente. La agencia oficial Xinhua afirma que el suceso ocurrió el miércoles por la noche. Li fue detenido cerca del lugar del crimen poco después del ataque. La policía le atrapó cuando se disponía a saltar al vacío desde un edificio, supuestamente para suicidarse, según las mismas fuentes.

No han trascendido más detalles de lo ocurrido, pero en China no son raros los asesinatos por discusiones, rencillas familiares o cuestiones de dinero, problemas que a menudo se mantienen escondidos durante años bajo una apariencia de calma y saltan en un momento determinado por cualquier motivo. Los ataques son llevados a cabo normalmente con cuchillos de cocina, veneno o explosivos, debido al estricto control que ejerce el Gobierno sobre las armas de fuego.

La criminalidad ha aumentado en las últimas décadas en el país asiático, a medida que la economía se ha desarrollado y se han disparado las desigualdades sociales, que se encuentran entre las mayores del mundo. A principios de 2010, hubo una ola de ataques con cuchillo contra niños en colegios, que causaron la muerte a cerca de 20 personas y heridas a más de 50. Los asesinatos provocaron gran indignación entre la población. Las autoridades respondieron con un incremento del número de vigilantes en las escuelas, y redujeron la información en la prensa sobres estos sucesos para evitar el efecto contagio.

Los sociólogos aseguran que el incremento de la violencia muestra las tensiones latentes en China, generadas por haberse ignorado los problemas causados por el rápido cambio social. Diversos estudios han constatado un aumento de la prevalencia de enfermedades mentales, algunas de ellas ligadas a la presión a la que se ve sometida la gente en un sistema en el que ha desaparecido la red de seguridad que proporcionaba el antiguo sistema socialista, y en el que casi el único parámetro por el que se mide el éxito de una persona es la riqueza material. Las autoridades, sin embargo, hacen hincapié en que los crímenes mortales son mucho menos comunes en China que en la mayoría de los países occidentales.