La UE acuerda un protocolo para hacer efectivo el embargo de armas a Siria
La UE sumará dos docenas de personas y dos o tres entidades a su lista negra con congelación de activos o la imposibilidad de viajar a Europa
La Unión Europea ha impuesto este lunes nuevas sanciones al régimen sirio y ha aprobado el protocolo para hacer efectivo el embargo de armas acordado el mayo del año pasado y no aplicado por falta del procedimiento a seguir. Esta circunstancia deja a la vista la retórica impotente de la Unión ante Damasco, resumida por un diplomático en que la cuestión consiste en “palabras y gestos, poco más”. O como dice otra de las sanciones: “no se puede demostrar categóricamente que hagan más difícil la vida al Gobierno”.
Además, 26 personas y entidades han sido añadidas a la centenaria lista negra de sancionados por la Unión con congelación de activos o la imposibilidad de viajar a Europa, en el enésimo intento comunitario de estrechar el asedio diplomático a Bachar el Asad. “No es algo que al régimen le traiga sin cuidado, no les gusta nada”, señala una fuente diplomática europea, antes de reconocer que aunque “no se puede demostrar categóricamente que hagan más difícil la vida al Gobierno, si parece que traban su funcionamiento”.
Mayor novedad supone la adopción por los ministros de Exteriores de los Veintisiete de un protocolo para impedir la llegada de armas al régimen. El embargo fue acordado por los propios ministros hace más de un año, sin efectos palpables. “Aprobamos el embargo, pero no el modo de hacerlo efectivo, por lo que cada uno ha hecho lo que le parecía”, reconoce la fuente. Fue el caso de un barco ruso inspeccionado recientemente en Chipre con armas para El Asad, al que solo se permitió seguir rumbo si no se dirigía a Siria.
Ahora todos los países tendrán que seguir unas pautas para inspeccionar en sus puertos y aeropuertos o en sus aguas territoriales cargos con destino a Siria.
Lo que realmente piensa la UE de la evolución de la situación queda reflejado en las recomendaciones de algunos países, como Bélgica, a sus nacionales residentes en Siria para “que abandonen inmediatamente” el país o las provisiones que otros están haciendo para ofrecer ayuda humanitaria con que atender a los cada vez más numerosos sirios refugiados en los países vecinos. Al asumir la presidencia de la Unión a principios de mes, Chipre, a un centenar de kilómetros de Siria, adelantó que se estaba preparando para una catástrofe humanitaria.
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