El papel simbólico de los Centri per l'Impiego italianos
Las relaciones personales siguen siendo el recurso más utilizado a la hora de buscar empleo 3 de cada10 personas lo consigue a través de esta vía
En Italia, desde las reformas de los años noventa y de 2003 (la llamada Ley Biagi), las oficinas de empleo tienen un papel meramente simbólico a la hora de encontrar un puesto de trabajo. Los Centros para el Empleo (en italiano, Cpi) --las estructuras gestionadas por las provincias, que puedes ser consideradas las sucesoras de las viejas Oficinas de Colocación-- no abarcan más que el 3% de las intermediaciones para contratación de personal. Según un PLUS 2010, un estudio con datos de 2010 del Instituto para el desarrollo de la formación profesional de los trabajadores (Isfol), la entidad de estudios del Ministerio de Trabajo, la demanda y la oferta de empleo pasa de forma muy marginal por las estructuras públicas oficiales, que cuestan caras y, al final, se reducen a proporcionar informaciones e insertar a personas pertenecientes a las «categorías protegidas» (con discapacidades, etcétera).
A los Cpi se acude casi en exclusiva a obtener información; y existe una notable diferencia entre el norte y el sur
En la actualidad, en los Cpi hay inscritas tres millones de personas, de las cuales el 90% se declara "inmediatamente disponible" para un puesto de trabajo que no llega. A los Cpi se acude casi en exclusiva a obtener información; y, como ocurre siempre, existe una notable diferencia (por utilizar un eufemismo) entre los servicios ofrecidos en algunas zonas del centro y el norte y en los Cpi del sur, el Mezzogiorno.
La decisión de pasar del monopolio público de la búsqueda de empleo a un sistema en el que hay agencias y sujetos privados ha cambiado de manera drástica el sistema, pero los resultados no han llegado todavía, incluso dejando aparte la recesión. Según el Isfol, para encontrar trabajo se recurre sobre todo a las relaciones personales: tres de cada 10 personas han conseguido empleo gracias a indicaciones de amigos y conocidos o a través de las relaciones familiares (el 40% entre los jóvenes en general, que baja al 12,7% entre los licenciados). El canal del entorno laboral (que sigue siendo un cauce informal) sirve en el 7,5% de los casos. Como se ha dicho, el sistema público coloca a poco más de 3 personas de cada 100. Las agencias de empleo temporal, las empresas de búsqueda y selección de personal, las escuelas, las universidades y los centros de formación, los sindicatos y las organizaciones empresariales garantizan alrededor del 7% del empleo en su conjunto y el 13,5% del empleo juvenil. Las ofertas en los periódicos permiten encontrar trabajo al 3%. Funcionan mejor las "candidaturas propias", es decir, las iniciativas personales de presentarse ante posibles proveedores de empleo, que derivan en un 17,7% de contrataciones (casi el 24% en el caso de los jóvenes). Por último, el 18,3% obtiene trabajo a través de una oposición.
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