Múnich se pone a la cabeza de la modernización universitaria

El Salón Internacional del Automóvil (IAA, en sus siglas en alemán) celebrado en otoño de 2011 en Fráncfort fue un acontecimiento de gran importancia para la Universidad Técnica (TU) de Múnich. Allí, donde empresas automovilísticas del mundo entero presentan a bombo y platillo sus últimos adelantos, la TU presentó un prototipo de su Mute, un coche eléctrico desarrollado íntegramente en la universidad: desde la alimentación por batería hasta la carrocería y el diseño, con un análisis de mercado incluido. Hasta los creadores de las grandes marcas fueron a ver el vehículo, y se quedaron embelesados. Doscientos empleados y estudiantes de 21 cátedras distintas participaron en la creación del Mute. Para el presidente de la TU, Wolfgang Herrmann, es un placer hablar de este coche eléctrico, porque ilustra no solo lo que puede llegar a conseguir su universidad, sino también la idea de “que queremos aunar la investigación con los retos a los que se enfrenta la sociedad”.

No cabe duda de que la TU es una de las universidades más dinámicas de Alemania. Desde el año 2000 ha pasado de tener 19.500 alumnos a 31.000, y el número de profesores ha aumentado de 394 a 475. La TU es una de las tres universidades alemanas que quedaron entre los primeros puestos de la iniciativa de excelencia lanzada en 2006 por el Gobierno federal por su concepto de futuro y que, desde entonces, tienen el título de “universidad de élite”. Ya por aquel entonces la institución se fijó el objetivo de ser una “universidad emprendedora”. El 15 de junio se publicarán los resultados de una nueva ronda de la iniciativa de excelencia, en la que también se espera que la TU quede en buena posición (sobre todo porque, debido al éxito de 2006, la TU tiene cierta ventaja con respecto al resto de universidades).

No obstante, la TU utiliza todos los medios a su alcance para intentar atraer a los científicos y estudiantes más brillantes en un ámbito internacional cada vez más competitivo. Para su presidente, el Imperial College de Londres es una referencia a nivel europeo, ya que, además, su oferta educativa es parecida. Hermann suele hablar del “trébol de cuatro hojas” que ofrece su universidad: Ciencias de la Naturaleza, Ciencias de la Vida, ingenierías y Medicina (además de otras ramas secundarias como Ciencias Económicas y Magisterio). En las clasificaciones internacionales, el Imperial College suele estar por delante de la TU, al igual que la Escuela Técnica Federal (ETH) de Zúrich, pero eso se debe a las diferencias en cuanto a la financiación de los sistemas de educación superior.

Pero la TU tiene también un “déficit histórico”, según palabras del propio Herrmann: le faltan las ciencias humanísticas

Sin embargo, Herrmann no cree que la ETH, que por lo general suele estar considerada como la mejor universidad de habla alemana de su ámbito, sea del todo “un modelo a seguir. La EPFL, la Escuela Politécnica Federal de Lausana, es más dinámica y tiene mucho más en cuenta las estructuras internacionales”. Además, sus compañeros de profesión de esta universidad, que con 7.000 profesores es claramente más pequeña, tienen “un éxito increíble” a la hora de conseguir becas europeas de investigación. La TU se ha sumado, junto a Lausana y a universidades de Copenhague y Eindhoven, a la alianza EuroTech Universities. Este año se inicia la primera iniciativa común de investigación llamada Tecnologías verdes. La TU también tiene la mirada puesta en Asia: la universidad ha abierto una filial en Singapur. Y en la sede central en Múnich hay una vicepresidenta que se encarga de las alianzas internacionales: la china Liqiu Meng.

Pero la TU tiene también un “déficit histórico”, según palabras del propio Herrmann: le faltan las ciencias humanísticas, que sí forman parte del currículum de una institución vecina a la que también se ha otorgado la categoría de élite, la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, una universidad realmente completa. Herrmann quiere paliar estos puntos débiles, aunque solo sea en parte, de ahí que la TU esté creando el Centro de Tecnología en Sociedad de Múnich. La idea es que, cuando esté terminado, el centro cuente con siete cátedras que estudien de forma crítica las consecuencias que tiene la tecnología para la sociedad. “La gente sabe que ofrecemos una buena formación en materia de tecnología. Pero tenemos que ampliar aún más el horizonte de nuestro alumnado”, afirma Herrmann, que quiere fundar las cátedras de Sociología de la Ciencia y Bioética. La cátedra de Ética Económica ya está cubierta.

Después de la presentación en la feria automovilística de Fráncfort no se volvió a hablar mucho del coche eléctrico Mute hasta principios de mayo, cuando se ha sabido que la industria va a sumarse al proyecto. Los investigadores de la TU van a seguir desarrollando el Mute colaborando con BMW, Daimler-Benz, el fabricante de neumáticos Continental y otras muchas empresas para dotarlo de una producción en serie. El Ministerio Federal para la Investigación va a subvencionar el trabajo durante los próximos 30 meses con un total de 10,8 millones de euros. Así que es muy probable que en el próximo IAA, en 2013, se vuelva a oír hablar del Mute o del siguiente modelo.