"La conducta del Servicio Secreto en Cartagena no es un hábito generalizado"
Su director defiende en el Senado de EE UU la integridad del cuerpo Reconoce que en 10 años solo se ha conocido un caso similar enlos Juegos de Salt Lake City
El director del Servicio Secreto de Estados Unidos, Mark Sullivan, ha defendido en el Senado que el comportamiento de varios de sus agentes en Cartagena de Indias (Colombia) –donde contrataron el servicio de varias prostitutas días antes de la celebración de la Cumbre de las Américas- es un caso aislado y que es un error considerar que se trata de una conducta generalizada entre los miembros de la organización. En los 10 últimos años solo se ha producido un caso similar durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, reconoció. Era la primera vez que Sullivan comparecía ante los miembros del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara alta estadounidense desde que, el pasado 12 de abril, estallara el escándalo que ha manchado a la credibilidad de la agencia de seguridad.
El máximo responsable de la seguridad del presidente de EE UU ha llamado la atención sobre la tolerancia cero de su organización con casos como el de Colombia y ha apelado a su propia experiencia –comenzó como agente en 1983 y ocupa el cargo de director desde 2006- para convencer a los senadores de que celebrar fiestas con meretrices no es un hábito afianzado en el cuerpo. Algo que se ha encargado de enfatizar en cada una de sus respuestas. “No podemos ignorar lo que ha pasado en Cartagena de Indias, pero ese episodio no debe empañar la labor de los 7.000 agentes que desempeñan sus funciones con honor y de acuerdo con los valores de integridad personal y profesional del Servicio Secreto”, ha insistido.
Sullivan, no obstante, ha debido hacer frente a las declaraciones de cuatro de los agentes involucrados en el escándalo de Cartagena de Indias que, según recogía hoy el diario The Washington Post, han recurrido su despido alegando que su comportamiento “llevaba siendo tolerado mucho tiempo por el Servicio Secreto”. Su director ha llamado la atención sobre el hecho de que el artículo solo citara fuentes anónimas. “Pasó lo mismo en el caso de El Salvador. La prensa dijo que también se habían contratado prostitutas allí. Nos hemos gastado mucho dinero en investigar el caso y no hemos podido probar nada de lo relatado”. Sullivan ha indicado que esta misma tarde iban a entrevistar a dos de los agentes a los que se refería la información de The Washington Post.
El jefe del Servicio Secreto ha tratado de justificar su proceder en “la mezcla de alcohol y el ambiente”
El director del Servicio Secreto ha apelado a las cifras para tratar de convencer a los senadores temerosos de que el escándalo de prostitución de Colombia no sea un mero incidente aislado. Según sus datos, a Cartagena de Indias se desplazaron 275 agentes del Servicio Secreto y solo 12 estuvieron implicados en la juerga con meretrices; en los últimos siete años se han realizado más de 3.700 viajes al extranjero y en ninguno se han denunciado comportamientos similares. En los últimos 10 años la agencia solo ha tenido que lidiar con un caso semejante que, al parecer, implicó a cinco empleados en Salt Lake City y con otros tres sucesos aislados en los que no había prostitutas implicadas.
Lo que Sullivan no ha sido capaz de aclarar son los motivos que pudieron llevar a sus agentes a descuidar sus funciones durante los primeros días de mes de abril en la localidad colombiana. El máximo responsable del Servicio Secreto ha tratado de justificar su proceder en “la mezcla de alcohol y el ambiente”. Pese a reiterar su confianza en los hombres y mujeres a su cargo, sí se ha mostrado preocupado por los datos de una encuesta que revelan que el 40% de los miembros del Servicio Secreto jamás hubiera denunciado, de tener conocimiento, conductas semejantes a las de Cartagena de Indias por parte de sus compañeros.
Alcohol y menores en Salt Lake City
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