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Putin dedica su primer viaje como presidente a la industria militar

El mandatario ruso visita un centro de producción de tanques en los Urales El líder descarta asistir a la cumbre del G-8 del 18 de mayo en Estados Unidos

Pilar Bonet
Vladímir Putin visita una planta de producción de tanques en Uralvagonzavod.
Vladímir Putin visita una planta de producción de tanques en Uralvagonzavod.Alexei Druzhinin (AP)

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha querido subrayar el carácter prioritario de la gigantesca industria de defensa heredada de la Unión Soviética y viajó el jueves a Nizhni Tagil, en los Urales, para visitar la fábrica Uralvagonzavod, gran productora de tanques y también de vagones de ferrocarril. Se trata del primer viaje de Putin desde que el 7 de mayo tomó posesión de la presidencia por tercera vez en su vida.

Los Urales forman la línea divisoria que separa a la Rusia europea de Siberia y de la parte asiática del Estado. Nizhni Taguil, ciudad cerrada a los extranjeros en el pasado, es sede de una importante industria metalúrgica dependiente de los mercados internacionales y también de los pedidos del Estado. Los sindicatos de Uralvagonzavod apoyaron a Putin durante su campaña electoral, sacaron a los obreros a manifestaciones en Yekaterinburg (la capital de la provincia donde está Nizhni Taguil) y posteriormente les llevaron a Moscú.

Los artífices de la campaña de Putin utilizaron a los obreros de los Urales para insistir en un esquema simplista de la sociedad rusa actual: una supuesta “clase obrera” con los pies en la tierra y reivindicaciones básicas y una “clase creativa” con exigencias etéreas como libertad y democracia.

Putin, que visitó Uralvagonzavod en septiembre, prometió en la noche de su reelección que volvería a verlos y allí ha acudido acompañado en su avión oficial de uno de los obreros de la fábrica, que, por su lealtad y apoyo, fue invitado por el jefe del Estado a su ceremonia de toma de posesión en Moscú.

Mientras Putin anunciaba contratos con el ministerio de Defensa para modernizar 360 vehículos blindados y dar trabajo a la división de defensa de Uralvagonzavod durante tres años, en Moscú centenares de jóvenes seguían protestando a su manera, reunidos en los bulevares, junto a la estatua del poeta kazajo Abai Kunanbáyev, donde provistos de colchonetas, mantas, mochilas, guitarras, termos y víveres, se disponían a pasar la segunda noche consecutiva, sin que la policía hubiera intervenido contra ellos. Los jóvenes no portaban pancartas ni gritaban consignas políticas.

El Kremlin confirmó que Putin no irá a EE UU para participar en la cumbre del G-8 (los siete países más industrializados y Rusia) en Camp David el 18 y 19 de mayo, tal como se había esperado. La razón dada por el dirigente ruso es que debe que debe ocuparse de la formación del nuevo gobierno. En Camp David le sustituirá Dmitri Medvédev, el jefe del Gobierno, según informó Putin a Obama en una conversación telefónica el 9 de mayo. Putin, en cambio, se entrevistará con Obama en la cumbre del G-20 que se celebrará en México el 18 y 19 de junio.

En Washington esperaban que Putin asistiría a la cumbre del G-8 y para mayor comodidad del dirigente ruso habían trasladado la sede del evento desde Chicago, donde estaba previsto inicialmente, a Camp David, con el fin de que Putin no tuviera que marcharse inmediatamente antes de la cumbre de la OTAN también en Chicago. Aunque la portavoz de Dmitri Medvédev, Natalia Timakova, afirmó que Putin se queda en Moscú para conversar con los candidatos a los ministerios que le serán propuestos antes por Medvédev, la explicación suena poco convincente.

Según la analista Maria Lipman, del Centro Carnegie, ha ocurrido algo que impide el viaje de Putin o que Putin considera más importante para declinar su asistencia al G-8. Una de las hipótesis es que el presidente no esté muy interesado en socializar con unos dirigentes que han sido críticos con las elecciones en Rusia y fríos con su elección como presidente. Lipman opinaba que la negativa de Putin puede estar relacionada con el clima de protestas en Moscú. En reiteradas ocasiones, el político ha insistido en que la oposición es financiada y animada por EE UU y sus dirigentes.

Desde el 6 de mayo, cuando se registraron violentos enfrentamientos entre la policía y manifestantes, una parte de la oposición no ha abandonado la calle. La policía practicó centenares de detenciones el 6 y 7 de mayo, y los líderes Alexéi Navalni y Serguéi Udaltsov fueron condenados a 15 días de arresto administrativo el 9 de mayo. Las autoridades han iniciado una investigación sobre los disturbios del 6 de mayo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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