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Arrestado un mafioso italiano en Portugal por las fotos de su novia en Facebook

La policia localizó su rastro a través de las imágenes que su novia 'colgaba' en la red social

Antonio Jiménez Barca
El mafioso Giovanni Capone llega a la corte de apelaciones en Coimbra.
El mafioso Giovanni Capone llega a la corte de apelaciones en Coimbra. PAULO NOVAIS (EFE)

Giovanni Capone, un mafioso de 36 años, fue detenido el pasado martes cuando se dirigía en su coche, en compañía de su novia, a buscar a su suegra a la salida del supermercado donde esta última trabajaba, en la localidad portuguesa de Oliveira de Hospital, cercana a Coimbra. La policía italiana, que perseguía a este fugitivo condenado por asesinar, en 2003, a un miembro de un líder de un clan rival de la Camorra en una taberna de Solopaca, en la región de Campania, localizó su rastro gracias a las fotos —cada día más reveladoras— que la novia portuguesa de Capone iba dejando en su página de Facebook, según publica hoy el periódico portugués Diário de Notícias.

Capone, tras ser condenado a 23 años, huyó el año pasado de Italia con rumbo a Alemania. Allí conoció a Vânia C., de 25 años, hija de unos emigrantes portugueses. Ya entonces Vânia colocó en Facebook las primeras fotos que atestiguaban su relación con Giovanni Capone. Fue así como la policía italiana comenzó a seguir los pasos del mafioso.

En verano del año pasado la pareja se mudó a Oliveira do Hospital. Vânia colgó por esa época varias fotos suyas que, según el citado diario, sirvieron a la policía italiana para estrechar el cerco y dar con el blanco: en una de esas fotografías aparecía la mujer en bikini, mostrando que estaba embarazada y en otras se suministraba información sobre la casa en la que vivían. La policía jugaba con ventaja: la página de Vânia —de quien Diário de Notícias asegura que desconocía las actividades delictivas de su pareja y su pasado criminal— era de las consideradas de seguridad baja, con lo que cualquier podía acceder a ellas.

Hace una semana, un equipo de policías especiales italianos y portugueses montó un dispositivo de vigilancia para elegir el momento ideal para capturar al mafioso. Este llegó el miércoles, cuando Capone fue, en su coche, a buscar a su suegra al supermercado en el coche, con Vânia de copiloto. “Parecía una película. Él estaba en el coche, esperando. De repente, salieron los agentes de otro coche y lo detuvieron en unos pocos segundos”, contaba un testigo.

Vânia al principio, no entendía lo que pasaba. Pensó, incluso, que alguien secuestraba a su novio delante del supermercado donde trabajaba su madre. Varios vecinos preguntados por periodistas portugueses aseguraban que Capone llevaba una vida perfectamente normal, que se portaba discretamente y que nadie en el barrio sospechó jamás que fuera un mafioso buscado por la policía con un asesinato fruto de un ajuste de cuentas a sus espaldas. La policía portuguesa confirmó, además, que durante su estancia en Oliveira do Hospital no cometió ningún acto delictivo.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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