La oposición de Venezuela, ante su mayor desafío
La Mesa de Unidad Democrática, y su candidato se enfrentan en una campaña desigual a la poderosa maquinaria del Gobierno
“Le deseo larga vida a mi contendiente”. Ese fue el mensaje que Henrique Capriles, candidato único de la oposición en Venezuela, envió al presidente Hugo Chávez el miércoles en un acto celebrado en la ciudad occidental de Barquisimeto (Venezuela). Es una incógnita si el mandatario, quien padece cáncer, podrá participar en los comicios de octubre para ser reelegido por seis años. Pero cuando faltan cinco meses para las elecciones es también incierta la posibilidad de que la coalición opositora pueda derrotar al gobernante enfermo, que acumula 13 años de gobierno, en caso de que cumpla su palabra de presentarse.
La candidatura única presentada por los adversarios de Chávez, agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática, es el elemento crucial de la estrategia para enfrentarse al presidente. Pero dos meses y medio después que el gobernador Capriles fuera elegido candidato en un inédito proceso de primarias abiertas, su nombre todavía no se perfila como claro favorito en las encuestas. En el mejor caso para la oposición, la intención de voto es reñida. Un sondeo de marzo de Consultores 21 daba un 51% a favor del presidente y un 45% de su retador. Otras investigaciones ofrecen diferencias mayores a favor del gobernante venezolano.
Los analistas afirman que las primarias del 12 de febrero representaron un momento de clímax para la oposición, que después logró ser mitigado por el Gobierno gracias a un hábil manejo de la recaída que anunció Chávez el 9 de marzo. En las elecciones de la Mesa de la Unidad Democrática votaron más de tres millones de personas, lo que rebasó las expectativas internas. Los cuatro competidores derrotados enviaron una señal de cohesión y expresaron su apoyo a Capriles. “Esto les dio un gran impulso como bloque y legitimidad al candidato”, explica John Magdaleno, director de la firma Polity.
Chávez, sin embargo, logró desplazar del centro de atención a sus rivales, para evitar que ganaran apoyo entre simpatizantes moderados de su Gobierno descontentos con la gestión. A ellos fundamentalmente se ha dirigido un bombardeo de mensajes para estimular la solidaridad con el mandatario enfermo. “El recurso les ha funcionado, pero no se sabe si seguirá siendo efectivo avanzada la campaña”, explica Magdaleno.
La oposición deposita parte de sus expectativas de triunfo en lograr persuadir a los millones de ciudadanos que se declaran indecisos. Para ello Capriles evita la confrontación directa con el presidente, abandera un mensaje conciliador y pone el énfasis en la agenda social. La propuesta de una ley de misiones (programas creados por Chávez para atender a las personas de menos recursos) busca desmentir las acusaciones oficialistas de que eliminará beneficios para los más pobres si gana en octubre.
Los dirigentes opositores afirman que no se dividirán si Chávez falta a las elecciones. “Nos hemos fortalecido después de que se conociera su enfermedad en contra de los pronósticos que decían que pasaría lo contrario”, señala Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática. La estrategia unitaria les ha permitido ganar espacios progresivamente: una gran prueba de fuerza la dieron en las elecciones parlamentarias de 2010 cuando consiguieron más de 5,4 millones de votos (48% del electorado). Aun así, Aveledo admite que la batalla de 2012 está planteada en términos bíblicos: el presidente es Goliat y sus adversarios unidos, David.
“El Gobierno tiene superávit de recursos y déficit de escrúpulos”, dice Aveledo, quien reconoce que la MUD debe mejorar la capacidad para transmitir sus mensajes. Se reserva dar detalles sobre la estrategia que aplicarán para contrarrestar la maquinaria propagandística del chavismo, aunque analistas como Luis Vicente León, de la firma Datanálisis, señalan que las visitas casa por casa realizadas por el candidato (solo en marzo tocó las puertas de 3.400 viviendas) forman parte de un enfoque acertado cuando se está en desventaja en los medios de comunicación. Además, la MUD anunció el miércoles cambios en el comando de campaña para implicar más a sus líderes regionales y locales, incluidos gobernadores y alcaldes. John Magdaleno insiste, sin embargo, en que la poca presencia en los medios más masivos es una debilidad que debe solucionarse para esperar buenos resultados.
Los opositores, con Capriles a la cabeza, han repetido que prefieren enfrentarse y derrotar con votos a un Chávez sano. Pero el mandatario enfermo aún les resulta más que incómodo.
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