Los sindicatos redoblan su desafío a Morales en la segunda jornada de huelga
Graves disturbios en varias ciudades de Bolivia al juntarse contra la policía las protestas de profesores, médicos y mineros
El primer día de huelga general convocado por la Central Obrera Boliviana por mejoras salariales se saldó el martes con cinco policías heridos y tres estudiantes detenidos. La jornada registró violentos enfrentamientos de miles de estudiantes con batas blancas contra la Policía, que lanzó gases lacrimógenos a discreción y dispersó a los jóvenes con chorros de agua fría lanzados desde un vehículo policial.
Esta es la cuarta semana de conflictos laborales y sociales en Bolivia contra el Gobierno de Evo Morales y además este miércoles empieza una segunda marcha indígena hacia La Paz en menos de un año en protesta por una carretera financiada por Brasil en una reserva natural.
Los manifestantes de la COB, con los mineros en primera fila, detonaron dinamita en las calles de La Paz. Algunas de estas detonaciones provocaron heridas entre los policías que formaban una barrera para impedir el acceso de la columna a la plaza de armas. Los manifestantes hicieron estallar con dinamita un muñeco que representaba al presidente Evo Morales y luego lo quemaron.
Los huelguistas exigen un aumento salarial superior al 7 % que ofreció Morales para este año. El mandatario también ofreció subir un 18 % el sueldo mínimo de 117 dólares mensuales, el más bajo de la región andina (el salario medio es de 546 dólares, uno de los menores de América).
En Cochabamba, centenares de médicos, enfermeras, paramédicos y maestros de las escuelas públicas recorrieron las avenidas y calles del centro de la ciudad para acceder después a la plaza de Armas, donde se encuentran los edificios de la Alcaldía, la Gobernación y, también la principal sede de los sindicatos locales. Decenas de médicos decidieron atarse, algunos crucificarse, en los pilares de los arcos que sustentan los edificios que rodean la plaza. En Santa Cruz, las protestas callejeras de los médicos terminaron en la formación de otros grupos de ayuno y de vigilia.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que aparte de esos choques la jornada ha sido de "absoluta normalidad" en las actividades productivas, y agregó que los únicos sectores que pararon son los que están en conflicto con el Gobierno desde hace semanas, como los médicos y los educadores.
Las clínicas privadas no atendieron, excepto urgencias, pese a las amenazas de cierre y suspensión que formularon las autoridades. Los trabajadores de administración y servicios han anunciado que se coserán los labios y asumirán otras medidas más duras de presión para presionar al Gobierno, que se resiste a derogar una ley y rechaza la incorporación de funcionarios del Estado a la ley general de trabajo y no discute las graves falencias en la prestación de servicios a la salud por la falta de recursos.
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