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El Parlamento egipcio bloquea la candidatura de Suleimán

Aprobada la enmienda de una ley que prohíbe a los altos cargos de la dictadura ocupar puestos públicos

Un hombre grita eslóganes y porta un cartel con la cara del exvicepresidente egipcio general, Omar Suleiman, en la sede de la Comisión Suprema Electoral Presidencial en El Cairo, Egipto, el pasado 8 de abril.
Un hombre grita eslóganes y porta un cartel con la cara del exvicepresidente egipcio general, Omar Suleiman, en la sede de la Comisión Suprema Electoral Presidencial en El Cairo, Egipto, el pasado 8 de abril.KHALED ELFIQI (EFE)

El primer Parlamento egipcio posrevolucionario no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados ante los intentos de restaurar el viejo orden por parte de prominentes personajes e instituciones de la era Mubarak. El jueves por la tarde, la Asamblea Popular aprobó una enmienda a la ley de derechos políticos que prohíbe a los altos cargos de la dictadura ocupar puestos públicos, una acción destinada a abortar la candidatura a la presidencia de Omar Suleimán, el número dos de Mubarak.

De acuerdo con la enmienda, las personas que desempeñaron durante los últimos diez años de la era Mubarak los cargos de presidente, vicepresidente o primer ministro del país, así como de secretario general del disuelto Partido Nacional Democrático, serán privados de todos sus derechos políticos, incluido el de presentarse a las elecciones a la presidencia de Egipto, cuya primera vuelta se celebrará los próximos días 23 y 24 de mayo.

Tanto las candidaturas de Omar Suleimán, que fue nombrado vicepresidente en los estertores de la dictadura en un gesto para intentar aplacar el furor revolucionario de Tahrir, como Ahmed Shafiq, el último primer ministro de Mubarak, deberán ser invalidadas en aplicación de la ley. Sin embargo, antes de entrar en vigor, deberá superar varios obstáculos legales y políticos.

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Para empezar, algunos expertos legales consideran que las enmiendas son de dudosa constitucionalidad, ya que violan varios derechos individuales. Esta es también la opinión del ministro de Justicia, Adel Abdel Hamid. "Solo un tribunal puede privar a alguien de sus derechos políticos", declaró el ministro, que sugirió la posibilidad de elevar una demanda al Tribunal Constitucional.

Además, la ley podría ser vetada por la Junta Militar, que goza de plenos poderes tanto en el ámbito legislativo, como en el ejecutivo. Según la mayoría de analistas, Suleimán es el candidato favorito de la cúpula castrense, renuente a entregar el poder a un presidente civil electo el próximo 30 de junio. Sin embargo, tanto la Junta Militar como el propio Suleimán han negado durante los últimos días la existencia de tal conexión entre ambos.

De hecho, ante la dificultad de frenar la candidatura de Suleimán a falta de menos de dos meses para los comicios, el objetivo de los legisladores podría ser precisamente visibilizar el apoyo expreso de la Junta Militar al ex número dos de Mubarak. No hay que olvidar que el Parlamento está dominado por el brazo político de los Hermanos Musulmanes, cuyo candidato oficial, Jairat al-Shater, será uno de los grandes rivales de Suleimán.

Por otro lado, en una muestra más de la creciente judicialización de la vida política en el azaroso Egipto pos-Mubarak, un tribunal administrativo proporcionó el miércoles por la noche una victoria moral al candidato salafista Hazem Abu Ismail en su contencioso con la Junta Electoral. La corte instó a las autoridades a presentar nuevas pruebas concluyentes de que la madre de Ismail poseía la nacionalidad estadounidense, tal como aseguró la Junta Electoral la semana pasada.

De acuerdo con la normativa vigente, ni los cónyuges, ni los padres de los candidatos a la presidencia pueden tener otra nacionalidad que la egipcia, por lo que Abu Ismail podría ser descalificado. El predicador ultraconservador se ha convertido en todo un fenómeno de masas dentro del mundo salafista, y miles de sus seguidores rodearon el miércoles la sede del tribunal como medida de presión a los jueces, coreando proclamas a favor de la "yihad" en caso de la anulación de su candidatura.

Abu Ismail no es el único aspirante que podría caerse de la lista oficial de contendientes, que la Junta Electoral hará pública el próximo 26 de abril. En total, hasta 10 presidenciables se enfrentan a una posible anulación de su respectivas candidaturas, entre ellos Jairat al Shater. No obstante, la Hermandad, el principal movimiento islamista egipcio, presentó a Mohamed Morsi, otro de sus líderes, como "candidato de reserva" en previsión de una hipotética descalificación de al Shater.

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