Muere a los 91 años el guardia nazi John Demjanjuk
El criminal de guerra falleció en un asilo de ancianos en Baviera Fue condenado el año pasado en Múnich pero dejado en libertad por su avanzada en edad y su frágil condición de salud
El criminal de guerra nazi John Demjanjuk ha muerto en un asilo de ancianos cercano a Múnich, donde residía tras haber sido condenado a cinco años de cárcel por colaborar en 28.000 asesinatos cuando trabajó como guarda del campo de exterminio de Sobibór, en 1943. Se estima que el juicio contra Demjanjuk, que concluyó con su condena el pasado mayo, será uno de los últimos procesos legales contra colaboradores del régimen nacionalsocialista. El ucraniano fue uno de los esbirros a los que la SS nazi encargaba la vigilancia de los campos de exterminio en suelo polaco durante la llamada Acción Reinhardt, el asesinato sistemático de todos los judíos en Polonia y Ucrania, ocupadas por Alemania durante la II Guerra Mundial.
Iván Micolayóvich Demjanjuk, nacido en Ucrania en 1920, fue un trawniki. Los nazis ofrecían a algunos de sus prisioneros de guerra soviéticos la posibilidad de colaborar. Los voluntarios pasaban por una instrucción en el campo de trabajos forzados de Trawniki, al este de Polonia. A cambio de asistir al enemigo, los voluntarios recibían mucho mejor trato que los demás prisioneros del Ejército Rojo.
Solo podían acceder a la formación los prisioneros que no fueran judíos ni militantes comunistas. Se estima que los nazis emplearon entre 4.000 y 5.000 de ellos en la vigilancia de los campos de exterminio y en otras operaciones de deportación o represión contra judíos y gitanos. Unos dos millones de personas, casi todos judíos, murieron en las cámaras de gas de Sobibór, Treblinka y Belzec durante la Acción Reinhardt.
A Demjanjuk lo destinaron a Sobibór en 1943. En las cámaras de gas del campo murieron 250.000 judíos. 28.000 de ellos en los meses en los que Demjanjuk trabajó allí.
Si bien ninguno de los supervivientes de Sobibór ha podido identificarlo personalmente, los jueces consideraron probado que Demjanjuk fue un esbirro de la SS en el campo. Su único trabajo era asesinar. Los trawniki, armados con porras y armas cortas -para las que tenían poca munición- sacaban a los judíos de los transportes y los conducían a las cámaras de gas. Algunos judíos formaban pelotones encargados de las tareas más duras: arrastraban los cadáveres de las cámaras, les sacaban los dientes de oro, quemaban los cadáveres y limpiaban. También acababan asesinados. Los capataces trawniki, por el contrario, disfrutaban de buena alimentación y otras prebendas. La brutalidad rutinaria de los trawniki ha quedado registrada en muchos testimonios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.