Cameron llama al mundo a ayudar a Somalia sin imponer soluciones
La reunión reconoce de hecho la partición del país en media docena de gobiernos regionales y lanza una advertencia sobre el problema del terrorismo y la piratería
La comunidad internacional se ha conjurado en Londres para sacar a Somalia del agujero en el que se encuentra. Aunque el mensaje genérico de la conferencia ha sido que el futuro de Somalia está en manos de sus habitantes, en realidad la reunión, en la que han estado presentes cerca de medio centenar de Estados y de instituciones, ha ratificado que en agosto próximo dejarán de existir las actuales instituciones transitorias, reconociendo así de hecho la partición del país en media docena de gobiernos regionales, ha depositado su fe en el comité conjunto de gestión financiera que permitirá a los donantes incrementar la transparencia y el uso eficiente de los ingresos públicos y ha lanzado una advertencia sobre el problema del terrorismo y de la piratería.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, subrayó la importancia que el Gobierno español le da al final de las instituciones transitorias para “llenar el vacío de poder en las regiones de las que ha sido desalojada Al Shabab”, la franquicia bajo la que actúa Al Qaeda en Somalia.
El primer ministro británico, David Cameron, adelantó en su intervención inaugural ese tono contradictorio de invitar a los somalíes a ser dueños de su futuro y al mismo tiempo decirles lo que tienen que hacer. “Al final, los problemas de Somalia solo los puede resolver el pueblo somalí”, dijo. “Por lo tanto, no estamos aquí para imponer soluciones a un país desde lejos. Tampoco tenemos que deciros a vosotros, el pueblo somalí, qué tenéis que hacer. Más bien estamos aquí para apoyaros en vuestros esfuerzos y ayudaros a cambiar las cosas”, añadió.
Luego expuso lo que a su juicio hay que hacer para acabar con el problema de Somalia: “Primero, ayudar a restablecer la seguridad a través de una reforzada operación de mantenimiento de la paz de la Unión Africana. Segundo, hacer llegar la ayuda humanitaria y el apoyo al desarrollo allí donde es necesario. Y, tercero, asegurarse de que los esfuerzos somalíes para crear un Gobierno representativo se apoyen en un verdadero compromiso internacional”.
Respecto a la cuestión crítica de la seguridad, el primer ministro británico hizo hincapié en la necesidad de que la misión de la Unión Africana “tenga los recursos necesarios para mantener en retirada permanente a Al Shabab [la franquicia de Al Qaeda en Somalia] y que se tome también en serio la protección de los civiles”. Y enfatizó también que “conseguir seguridad significa también mantener la presión sobre los piratas”. En ese sentido se congratuló de que países vecinos como las islas Mauricio, Tanzania y las Seychelles hayan acordado aceptar piratas como prisioneros.
Cameron subrayó también la importancia de luchar contra la crisis humanitaria que asola el país y que en vísperas de la conferencia fue señalada por la ONG Oxfam como el punto clave de la crisis de Somalia. Oxfam señala que la principal culpa de la crisis humanitaria recae “sobre todo en Somalia porque las facciones enfrentadas en la guerra están acusadas de obstaculizar y desviar los flujos de ayuda”. “No obstante, la comunidad internacional también debe asumir parta de culpa. Unas políticas más centradas en cuestiones de seguridad internacional que en las necesidades, los intereses y los deseos del pueblo somalí han alimentado involuntariamente tanto el conflicto como la crisis humanitaria”, señala un informe de Oxfam elaborado por Ellie Kemp y Ben Murphy.
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