“Los problemas de Grecia no se deben solucionar en Berlín”
El ex primer ministro sueco apela a la responsabilidad de cada país en aplicar las reformas necesarias para salir de la crisis
El conservador Carl Bildt (Halmstad, 1949) tiene una dilatada y fecunda carrera política y diplomática. Fue primer ministro sueco entre 1991 y 1994 y ahora es ministro de Exteriores desde 2006. Su carrera internacional se forjó durante las guerras balcánicas: primero como enviado especial de la UE a la Antigua Yugoslavia en 1995 y copresidente de la Conferencia de paz de Dayton, luego como Alto representante para Bosnia-Herzegovina y, de 1999 hasta 2001, fue el enviado especial de la ONU en los Balcanes.
Bildt estuvo en Madrid el martes para reunirse con su homólogo español recién estrenado en el cargo, José Manuel García-Margallo. En una entrevista en la biblioteca de la Embajada sueca, analiza los retos a los que se enfrenta Europa y apela a la responsabilidad de cada Estado para aplicar las reformas que atajen la crisis.
Pregunta. ¿Qué opina del pacto fiscal alcanzado el lunes en Bruselas? ¿Cree que la austeridad presupuestaria es suficiente para tratar de contener la crisis de la Eurozona?
Respuesta. Esta medida requiere tiempo para ver sus efectos y para que empiece a influir en los diferentes países. Creo que es importante para restaurar la confianza a largo plazo en la UE en términos fiscales. Pero esto no reemplaza, de ningún modo, las iniciativas de cada país. Los problemas nacionales deben ser solucionados a nivel nacional, pero es importante tener ese marco europeo más estricto. Los problemas de Grecia no deben solucionarse en Londres, Estocolmo o Helsinki. Ni siquiera en Berlín. La dirección de las políticas nacionales debe tomarse en los países que están en problemas. En Madrid, Roma, Lisboa...
Europa es un modelo de integración para el resto del mundo
P. Dos países se negaron el lunes a adoptar el compromiso para el pacto fiscal. ¿Qué opina de la posición de Reino Unido y la República Checa?
R. Vamos a ver qué ocurre con República Checa. Se ha hablado de que tienen problemas en el Parlamento, pero no sé exactamente qué dijeron ayer. Y un número de países pueden tenerlos también. Así que veremos, aún no hemos llegado al final de la historia. De todas formas, el pacto solo es vinculante para los países que están en el euro. Los que no tenemos la moneda única somos parte del tratado, pero no es vinculante, así que no sé qué tipo de reservas esgrimen. Suecia no tendrá problemas para ratificar el tratado y cumplir los requisitos dada nuestra buena situación fiscal.
P. Suecia es una de las economías más robustas de Europa, con una tasa de crecimiento interanual del 4,6%. ¿Es mejor estar fuera del euro?
R. No necesariamente. No tiene nada que ver. Si miramos al norte de Europa, a Finlandia o Estonia, que están en el euro, a ellos también les va bien. Tenemos a Suecia y Dinamarca fuera, y también les va bien. No es una cuestión de euro o no euro. Nosotros nos hemos estado beneficiando de la estabilidad de la eurozona y de Europa, pero son las reformas nacionales las que son importantes.
P. Cree que Grecia está haciendo las suficientes reformas?
R. No he visto los últimos informes sobre Grecia, pero hay muchos interrogantes en la prensa. Atraviesan una situación muy difícil. Hay que ver qué evaluación hace el FMI sobre si hacen lo suficiente.
P. Y Bruselas, ¿hace lo suficiente por ayudar a los griegos?
R. Hace lo que puede hacer. Se trata esencialmente de que Grecia tome las medidas necesarias para reformar su economía. Esas decisiones se deben tomar en Atenas.
P. ¿Le parece que el apoyo a la Unión se puede estar resintiendo en Suecia debido a la crisis del euro?
R. No. Si miramos las encuestas, hay un fuerte apoyo a la UE, incluso ha crecido gradualmente a lo largo de los años. Si tuviéramos ahora, o mañana, un referéndum sobre si unirnos al euro, sería difícil, porque el euro ha tenido últimamente mala prensa. Pero si celebráramos un referéndum sobre la pertenencia a la UE, no tendríamos problemas. Nuestra pertenencia a la UE es parte de nuestro sistema político.
P. Suecia ha ganado un peso considerable en política exterior. ¿Cuáles son los focos clave de esa política?
R. Hemos tomado la iniciativa y hemos avanzado en las políticas dirigidas hacia Bruselas, y a la cooperación con el Este de Europa, pero también nos hemos centrado en perfilar la política europea común en Oriente Próximo. A largo plazo, somos muy activos en temas de ampliación [de la UE]. Nos interesa la adhesión de Turquía, que es un actor internacional extremadamente importante, pese a las resistencias que existen. También queremos que el Ártico figure en un lugar más destacado de la lista de prioridades de Europa, y somos muy activos en ayuda humanitaria, como por ejemplo en el Cuerno de África.
P. ¿Cree que la Unión Europea corre el riesgo de resultar irrelevante en la política mundial, o todavía tiene un papel que desempeñar?
R. Si queremos, tenemos un papel que desempeñar. No hay duda de que están emergiendo otras potencias. Venimos de un mundo eurocéntrico: 1914 era una época diferente, todo estaba dominado por Europa. Ya hace 100 años de aquello. Luego se produjo el ascenso de Estados Unidos y ahora tenemos el de China, India o Brasil. Es un mundo mejor. Europa constituye el 7% de la población mundial, pero eche un vistazo a lo demás: nuestras economías son todavía fuertes, mire las patentes, la innovación, la educación...tenemos unos tremendos activos en Europa. Pienso que el papel más importante que podemos desempeñar es el ser un modelo de cooperación entre naciones. Vivimos en un mundo en el que crece la globalización y no hay otro lugar en el mundo donde la integración entre sociedades democráticas haya llegado tan lejos como en Europa. Es un camino abierto para el resto del mundo.
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