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El gran lastre político de Newt Gingrich

El candidato republicano ha estado inmerso en escándalos personales, éticos y económicos.

Carolina García
Gingrich y su mujer Callista, en un mitin en The Villages, en Florida, el 29 de enero.
Gingrich y su mujer Callista, en un mitin en The Villages, en Florida, el 29 de enero.CHIP SOMODEVILLA (AFP)

Newt Gingrich (Pensilvania, 1943) se ha dedicado más de 20 años a la vida política en el distrito de Georgia y llegó a ser presidente de la Cámara de Representantes durante cuatro. Ha estado casado tres veces y su vida sentimental ha sido el foco de muchos medios de comunicación durante décadas por su multitud de polémicas extramatrimoniales. Aunque el candidato solo ha admitido uno de estos affaires: el que mantuvo con su actual esposa, Callista.

Gingrich, tras su retirada temporal de la política en 1999, ha publicado 18 libros y ha trabajado como asesor de políticos conservadores en busca de orientación política. El candidato, uno de los cuatro que continúa en la carrera republicana para la nominación presidencial de dicho partido, rechazó participar en las elecciones de 2008 ya que, según sus palabras, “esta decisión crearía un conflicto de intereses” entre su candidatura y su papel como jefe de American Solutions -empresa que fundó ese mismo año y cuyo objetivo era la organización de activistas ciudadanos- si ganaba en el futuro. La empresa cerró en julio de 2011. Esta vez, Gingrich ha preferido anteponer sus aspiraciones a la presidencia de Estados Unidos presentándose como candidato la pasada primavera.

Carrera política

Tras su graduación en la Universidad de Tulane, Gingrich intentó adentrarse en la política pero fracasó. El político fue candidato a la Cámara de Representantes en 1974 y 1976 por el sexto distrito del congreso de Georgia. Entre 1981 a 1988, Gingrich era un recién llegado al partido y no tenía peso político suficiente. No sería hasta 1989 cuando fue nombrado líder de la minoría republicana. La renuncia de Jim Wright, presidente de la Cámara -la primera de la historia-, fue obra de Gingrich, quien se promulgó para sustituirle.

En 1994, Gingrich fue coautor del 'Contrato con América'. Utilizando parte de un discurso de Ronald Reagan de 1985, el político redactó este escrito junto a 77 compañeros republicanos. Fue presentado tan sólo seis semanas antes de las elecciones legislativas de 1994. Era un verdadero precedente del Tea Party. Aquel 'contrato' incluía un paquete bastante amplio de medidas de gobierno: una reforma integral concentrada en los cambios de política más importantes, como los recortes de impuestos; una reforma de responsabilidad civil, la reforma de la seguridad social, la reforma del bienestar social y los límites del mandato.

Tras las elecciones de 1996, muchos republicanos de la Cámara atribuyeron la debilitada imagen del partido a Newt Gingrich
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Gracias a este nuevo enfoque, el Partido Republicano retomó el poder después de 40 años. Gingrich fue elegido Presidente de la Cámara, donde sirvió cuatro años desde 1995 hasta su retirada en 1999.

En su periodo como presidente de la Cámara de Representantes, la civilidad en el diálogo entre el Gobierno de Bill Clinton y el partido republicano llegó a su fin. Tras las elecciones de 1996, muchos republicanos de la Cámara atribuyeron la debilitada imagen del partido a Gingrich. Los demócratas presentaron una serie de acusaciones éticas contra él en un intento de forzar su renuncia.

El 21 de enero de 1997, Newt Gingrich se convirtió en el primer presidente de la Cámara en ser formalmente reprendido por sus propios colegas por sus malos modos, su megalomanía y su mala conducta ética. En una ocasión llegó a decir que no le gustaba que el presidente Clinton le hiciera salir del avión Air Foce One por la puerta de atrás. 

Un comité que investigaba sus conflictos de intereses le impuso una multa de 300,000 dólares por engañar al Congreso. Quince años después, el caso ha resurgido en medio de la lucha de Gingrich por representar a su partido en las próximas presidenciales, ya que ha resucitado una carrera política que parecía muerta.

En aquel caso, Gingrich reconoció que dio información falsa a la comisión de ética para negar que el comité de acción política republicana que condujo (GOPAC) estaba conectado con un curso universitario en el que impartía clase y que habría sido financiado por organizaciones exentas de impuestos. Pero GOPAC sí estuvo involucrado en el desarrollo de lo que se suponía que era un curso universitario no partidista, dijo el comité, y las afirmaciones de Gingrich eran "inexactas, incompletas y poco fiables."

Su vida personal ante las cámaras

El candidato se divorció en 1980 de su primera mujer tras tener dos hijos con ella, la cual le acusó de negociar la separación mientras se recuperaba de un cáncer. Tan sólo seis meses después se casó de nuevo con Marianne Ginther, de la que se separó en el año 2000 tras 17 años de matrimonio. Y fue durante este matrimonio cuando tuvo una aventura con Callista Bisek, simultánea a la investigación que se estaba realizando al entonces presidente Clinton por el caso Monica Lewinsky. El propio candidato ha intentado evitar hablar de ello durante su actual campaña.

Como Presidente de la Cámara, Gingrich lideró las acusaciones para expulsar a Clinton de la presidencia. En el juicio que siguió, el candidato republicano puso todo su esfuerzo en pintar al Partido Demócrata como “Anti-familia y pro-amoralidad desde los años 90”. Incluso durante la Convención Nacional Demócrata de 1992, Gingrich utilizó a Woody Allen como ejemplo de imagen demócrata: "Woody Allen no cometió incesto con su no hija de la cual no era su padre. Un estilo familiar que se ajusta totalmente al perfil demócrata”. Sin embargo, Newt no cree que sea un hipócrita: “El delito que cometió Clinton fue perjurio al mentir bajo juramento sobre el asunto Lewinsky”.

Gingrich hizo del posible perjurio del Presidente Clinton su grito de guerra para ganar más escaños. Los resultados del comité de ética, la decepción de muchos republicanos, y malogrado liderazgo forzaron su dimisión como presidente después de 1998, promoviendo una derrota electoral del Partido Republicano.

El ahora candidato sufrió heridas que parecían condenar su carrera política, que parecía apagada hasta el mes pasado, cuando el expresidente de la Cámara de Representantes volvió a subir a la cima de los aspirantes presidenciales republicanos. Ahora, su pasado se interpone entre él y la nominación.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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