Dos campesinos heridos en Argentina en otro conflicto por tierras

“A desalambrar, a desalambrar, que la tierra es nuestra, tuya y de aquel”, cantaba el chileno Víctor Jara. La consigna hecha carne puede resultar peligrosa. Y lo es. Esta semana, integrantes del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), provincia del noroeste de Argentina, intentaban quitar el alambre que una empresa agrícola de Tucumán había puesto en 3.000 hectáreas donde viven 60 familias desde hace más de 20 años.

Fue entonces cuando irrumpieron funcionarios municipales e hirieron a dos campesinos: a uno le pegaron un tiro en el pecho y al otro, un culatazo con una carabina. Hace solo un mes un miembro del Mocase había sido asesinado por guardias de seguridad de un terrateniente de la provincia de Santa Fe, en lo que constituyó el tercer crimen en conflictos por la tierra en Argentina en los últimos dos años.

Los hermanos Néstor y Ariel Palacios, de 43 y 45 años, respectivamente, son los dos heridos el lunes. Néstor está ingresado en un hospital de Salta por el disparo con un arma de fuego, mientras que Ariel se recupera del golpe que le dieron en la cabeza. El Mocase denunció que cuando sus integrantes intentaban impedir que los alambradores de la empresa tucumana Servicios y Negocios ocuparan tierras "comunitarias", aparecieron “armados” el comisionado municipal del pueblo de Villa Matoque, su hermano y secretario y su sobrino, todos de apellido Santillán. “El señor que nos atacó primero fue el secretario del comisionado. Tenía un machete y un revólver en la cintura”, relató Ariel Palacios al periódico Tiempo Argentino. “Yo le dije que no estaba armado y me levanté la camisa para que lo comprobara. Nos prendimos a fuerza y lo volteé. Pero me pegaron con una carabina en la cabeza. Después le dispararon a mi hermano en la tetilla”, añadió la víctima del ataque.

El Mocase se queja de que el Gobierno de Santiago del Estero, que conduce el kirchnerista Gerardo Zamora, no frene el avance de los agronegocios en tierras que antes ocupaba la agricultura tradicional. Lo que antes eran campos áridos con arbustos y cabras en las que vivían comunidades campesinas o indígenas con el tiempo se van convirtiendo en grandes explotaciones deforestadas donde se ha plantado soja transgénica, que se adapta a ese terreno y además su precio se ha multiplicado en los últimos ocho años, o donde se cría ganado engordado en corrales.

El proceso se ha registrado en varias provincias del Norte de Argentina, con hechos a veces violentos, sin llegar a la magnitud de los que se dan en la Amazonia brasileña. El Mocase ha pedido la detención de los agresores de los hermanos Palacios y el desarme de las “bandas armadas que siguen operando al servicio de los empresarios”.

El Gobierno provincial dio una versión de los hechos diametralmente opuesta en la que las víctimas resultan ser las violentas. En un comunicado de prensa dijo que la Policía había informado que eran los integrantes del Mocase lo que estaban deforestando en cercanías de la finca del secretario del comisionado municipal.

Según el Gobierno santiagueño, las autoridades intentaron detener a los campesinos porque querían desalambrar esa propiedad. “En un momento, Néstor Palacios les apuntó con un rifle y los amenazó de muerte. Luis Santillán (sobrino del comisionado) forcejeó para tratar de quitarle el arma y se escapó un disparo que hirió a Néstor Palacios a la altura de la axila y en ese tumulto recibió un golpe en la cabeza Ariel Palacios”, indicó el relato oficial.