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La policía rusa detiene a 300 opositores al Gobierno de Vladímir Putin

El Kremlin envía tropas antidisturbios a la capital de Rusia El índice de la bolsa de Moscú desciende por el riesgo político

Pilar Bonet
La policía detiene a un manifestante en Moscú.
La policía detiene a un manifestante en Moscú. Misha Japaridze (AP)

El Kremlin reaccionó con dureza ante los manifestantes que salieron el martes por la tarde a la calle por segundo día consecutivo a protestar contra los resultados oficiales de las elecciones legislativas del 4 de diciembre y contra el líder ruso Vladímir Putin, el actual jefe de Gobierno. Más de trescientas personas fueron detenidas en la Plaza del Triunfo de Moscú (en las inmediaciones de la estatua del poeta Vladímir Mayakovski), según datos del ministerio del Interior.

Entre las fuerzas de intervención especial especialmente trasladadas a la capital el martes para reforzar el orden público y los manifestantes antigubernamentales se registraron numerosas refriegas, de algunas de las cuales fue testigo este periódico. Por otra parte, las dos bolsas de Moscú, RTC y MMVB, registraron caídas en sus índices, de un 4,46% y 3,66%, respectivamente. El descenso fue atribuido a los “riesgos políticos” por el analista bursátil Mark Rubinshtein, citado por el sitio Gazeta.ru. Según Rubinshtein, los mencionados riesgos se incrementaron a partir del domingo y volvieron a incrementarse en función de los recuentos electorales de la Comisión Electoral Central.

En la plaza del Triunfo había sido autorizada una concentración de la organización “Nashi”, formada por jóvenes leales al Kremlin, que en parte habían llegado especialmente desde provincias. En el mismo sitio, se celebraba una manifestación no autorizada contra la falsificación electoral. En total eran varios miles de personas y según prevaleciera un sector u otro, se podían oír gritos como “Rusia”, “Rusia, Medvédev, Victoria”, “Pueblo, Medvédev, Putin” o bien “Rusia sin Putin”, “Vergüenza” y “El Pueblo no creen en Putin”. Cerca de las diez y media de la noche la policía seguía movilizada, después de que el enfrentamiento se hubiera complicado con la presencia de nacionalistas que gritaban consignas más duras, según informó desde la calle el corresponsal de El Eco de Moscú. Desde primera hora de la tarde en la calle Tverskaia (la principal arteria de la capital), se habían apostado decenas de vehículos oficiales, entre autobuses, camiones, furgones con rejas, tanquetas, minibuses, ambulancias y coches policiales. Preparados con escudos, cascos y porras, los “astronautas” (miembros de los cuerpos de intervención especial) dispersaban a los manifestantes críticos. Hubo carreras, porrazos, revolcones y detenidos que se suman a los del día anterior. Entre los arrestados estaba Boris Nemtsov, en su día viceprimer ministro, que fue liberado poco después. Arrestado fue también Serguéi Mitrojin, del partido Yábloko, y el escritor Eduard Limónov, dirigente de “la Otra Rusia”. Varios representantes de los medios de comunicación tuvieron problemas con la policía. Fue detenida la periodista Bozhena Rynska y golpeado el corresponsal de Kommersant, Aleksandr Chernyj.

Entre los 300 detenidos del lunes está el abogado y bloguero Alexéi Navalni, que fue condenado a 15 días de arresto administrativo acusado de oponer resistencia a la autoridad.

Entre los 300 detenidos del lunes está el abogado y bloguero Alexéi Navalni, que fue condenado a 15 días de arresto administrativo acusado de oponer resistencia a la autoridad. En San Petersburgo, grupos de manifestantes no autorizados se concentraron el martes frente al consistorio municipal en la plaza de San Isaak y la manifestación se saldó con decenas de detenidos.

En nombre del partido comunista, el diputado Serguéi Óbujov, envió una interpelación parlamentaria al ministro del Interior en la que pide información sobre las detenciones masivas en Moscú. El diputado, haciendo de mensajero de los grupos de derechos humanos, pidió la dimisión del jefe de la policía municipal Vladimir Kolokólzev.

Dado el cariz que toman las cosas, es previsible que Putin trate de dejar en manos de Medvédev el cuidado de Rusia Unida, entidad con la que la que la oposición asocia el lema de “partido de los bandidos y ladrones”. Putin dijo que las acusaciones de corrupción van dirigidas a las autoridades en general y no a Rusia Unida en particular. La “popularidad de Putin y la popularidad del partido son dos cosas totalmente distintas”, afirmó el secretario de prensa del primer ministro Dmitri Peskov a la BBC.

Pese al descenso del apoyo de RU en las legislativas, Putin no tiene motivo para preocuparse sobre sus posibilidades en las elecciones presidenciales de 2012, opinó Peskov. “Putin nunca estuvo vinculado directamente con el partido, por eso hay que verlo como un político independiente y no como un afiliado”, sentenció. Efectivamente, Putin se ha colocado en una posición de equilibrista, ya que es líder de RU, sin ser miembro del partido, y, al mismo tiempo, para poder desmarcarse de él ha creado el Frente Popular, una organización más amplia que utilizará en su campaña electoral. “·Sin duda la gente espera una segunda versión de Putin. Es evidente que el partido debe pasar un periodo de renovación, y que Putin como candidato a la presidencia… debe llevar nuevas ideas, propuestas y crear nuevas alianzas”, dijo Peskov, quien se manifestó seguro de que su jefe tiene recursos para “mejorar la situación en el país”.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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