La policía alemana refuerza la seguridad en los trenes por una oleada de sabotajes

La policía alemana ha reforzado la vigilancia de la red ferroviaria próxima a Berlín para tratar de frenar una oleada de sabotajes con explosivos colocados en las vías. Hoy se ha hallado la última bomba incendiaria de 16 que se han encontrado desde el lunes.

Las bombas –que consisten en botellas con líquido inflamable- no han causado heridos, pero sí un caos considerable, ya que cientos de trenes han sufrido retrasos.

“Se trata de una nueva dimensión de la violencia de izquierdas extremadamente preocupante”, dijo a la revista Focus el ministro del interior, Hans-Peter Friedrich. “Es un intento de poner en riesgo global y sistemáticamente el funcionamiento de una ciudad, lo que tiene gran importancia”.

Decenas de expertos están escrutando las vías en busca de más explosivos y de pruebas, mientras helicópteros de la policía realizan barridos sobre la red ferroviaria para buscar a sospechosos. La Fiscalía federal (encargada de casos de alcance nacional) es la que se está encargando del asunto, ya que dicen sospechar de un "sabotaje inconstitucional".

El último precedente de vandalismo en Berlín ocurrió este verano, cuando un centenar de coches fueron incendiados sin que se sepa aún quiénes son los responsables.

El lunes, un grupo llamado Hekla Reception Committee - Iniciative for more social eruptions se atribuyó los sabotajes en los trenes, cuyo objetivo era generar caos y protestar por la participación de Alemania en la guerra de Afganistán.

La empresa ferroviaria Deutsche Bahn ha ofrecido una recompensa de 100.000 euros a quien ofrezca pistas sobre los responsables.