Evo Morales instaura en Bolivia el Día de la Descolonización
El presidente boliviano quiere contrarrestar la marcha de los indígenas de la Amazonía que con su negativa a la construcción de una carretera han puesto al Gobierno contra las cuerdas
El Día de la Descolonización, instaurado por decreto del Gobierno boliviano, se ha estrenado en La Paz con una multitudinaria concentración de indígenas, mineros y trabajadores que llegaron de todo el país para respaldar al presidente Evo Morales, apoyar la construcción de una carretera por la cabecera de la cuenca amazónica y asegurarse la participación en las elecciones judiciales del próximo domingo.
Morales, impresionado por la masiva asistencia de los movimientos sociales a La Paz, ha asegurado que “el proceso de cambio y la revolución democrática y cultural es irreversible y un camino sin retorno”. Ha recordado que este proceso culmina una larga historia de lucha que comenzó precisamente el 12 de octubre de 1492, “cuando nuestra Abya Yala, nuestro continente, había sido invadida por los españoles”, que, según el mandatario, “trajeron consigo egoísmo, individualismo, sectarismo y regionalismo, al inventarse fronteras [..] que no había en nuestro continente”, para sembrar odio y enfrentamientos entre los pueblos y “llevar adelante políticas de robo y saqueo permanente de nuestros recursos”.
El proceso de cambio y la revolución democrática y cultural es irreversible y un camino sin retorno” Evo Morales
El presidente ha propuesto a los bolivianos realizar “juntos una nueva agenda, puesto que la de octubre de 2003 se ha cumplido con la realización de la Asamblea Constituyente y la nacionalización de hidrocarburos”. “Necesito un nuevo mandato de ustedes y, por eso, hemos decidido que el mes de diciembre, entre todos, podemos [diseñar]” un nuevo programa de acción gubernamental, añadió Morales.
La concentración, que reunió a a miles de personas entre representantes de los sindicatos campesinos, productores de hoja de coca, mineros y pequeños comerciantes ambulantes, se celebró entre música folclórica y encendidos discursos de los líderes regionales. La secretaria ejecutiva de las seis federaciones del Trópico, Juanita Ancieta, aseguró que el “pueblo consciente, con mucha ética y moral, está de pie para defender este proceso de cambio”. “El ejército de los guardatojos [cascos metálicos para los mineros] está presente en defensa del Estado plurinacional y del proceso, que debe seguir adelante pese a la ultraderecha”, añadió Ancieta.
Con sombrero bombín y una mantilla de lana de vicuña, la secretaria ejecutiva de la Federación de Mujeres Campesinas, Felipa Huanca, recordó que, cuando pedían que parara la discriminación y la postergación de los pueblos originarios, “hemos encontrado este proceso de cambio y a Evo Morales, que ahora está dando cátedra a los neoliberales que quieren revivir”. Aludió a los muchos antiguos aliados de Morales que decidieron pasar a la oposición. Huanca mencionó que los infiltrados y resentidos “quieren pisotearnos, a estos miles quieren pisotearnos, pero aquí estamos firmes para defender a Evo y para seguir gobernando como pueblo”.
La concentración ha servido también para destacar la importancia de las elecciones judiciales del próximo domingo, que —han dicho sus líderes— esperan ganar con el 100% de los votos. No faltó el rechazo a la marcha indígena que se dirige a La Paz en protesta por la construcción de una carretera a través de un parque natural de la Amazonia. La marcha del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) avanza lentamente, soportando lluvias torrenciales a su paso por la zona de Santa Bárbara-Cotapata, y se acerca a las cumbres nevadas de la cordillera, paso obligado hacia la sede de Gobierno.
La concentración ha servido también para destacar la importancia de las elecciones judiciales del próximo domingo
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