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Putin refuerza la alianza con China

El régimen de Pekín se ha convertido en el primer socio comercial de Rusia

P. BONET
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, a su llegada al aeropuerto internacional de Pekín.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, a su llegada al aeropuerto internacional de Pekín. LIU JIN (AFP)

Rusia y China han reafirmado el carácter estratégico de su relación durante la visita de dos días que Vladímir Putin inició el martes a Pekín. Este es el primer viaje al extranjero del jefe del Gobierno ruso después de anunciar que aspira a ocupar de nuevo la jefatura del Estado. Indicando de forma simbólica que el águila de su escudo nacional tiene una cabeza dirigida hacia Occidente y otra, hacia Asia, Putin propuso la semana pasada a la Unión Europea una mayor integración económica y comercial desde Lisboa a Vladivostok.

La UE es en la actualidad el mayor cliente de los hidrocarburos de Rusia, que a su vez es el primer productor de energía del mundo. China, el mayor consumidor mundial de energía, ha pasado a ser el primer socio comercial de Rusia en 2010 y en el futuro, dependiendo de la construcción de infraestructura, podrá absorber una mayor proporción de las exportaciones de hidrocarburos de su vecino eslavo. La posición de China frente a Moscú se ha fortalecido en los últimos años, porque Pekín ha encontrado nuevos proveedores de armas que sustituyen su dependencia de la producción rusa y también porque ha ampliado su lista de proveedores de hidrocarburos con productores de Asia Central, tales como Kazajistán y Turkmenistán.

Más de 5.000 millones de euros

Putin ha viajado a Pekín al frente de una delegación de 160 personas y en vísperas de su llegada, Rusia y China firmaron 16 acuerdos por un monto de 7.000 millones de dólares (unos 5.100 millones de euros), incluido un memorando de modernización económica y otro para reforzar la cooperación agrícola, así como acuerdos en el campo de la siderurgia y la energía atómica. Tras reunirse con su colega chino, Wen Jiabao, Putin manifestó que el comercio bilateral entre los dos vecinos ha superado ya el nivel anterior a la crisis de 2008, y en 2011 rebasará los 70.000 millones de dólares y puede acercarse incluso a los 80.000 millones.

Putin: “Los que venden siempre quieren vender al mayor precio posible"

Los chinos, no obstante, son duros negociadores, razón por la cual Moscú y Pekín no han llegado aún a cerrar un acuerdo sobre el precio del gas ruso que debe llegarle por dos rutas distintas, una desde el Altái y otra desde la isla de Sajalín y la región oriental de Jabárovsk. Mientras, Gazprom, el exportador monopolista de gas ruso, pide un precio “europeo” de 350 dólares por mil metros cúbicos, los chinos ofrecen 250 dólares. “Los que venden siempre quieren vender al mayor precio posible y los que compran, quieren comprar al precio más barato. Tenemos que encontrar un compromiso que satisfaga a ambas partes”, dijo Putin, y aseguró que se ha llegado a la fase final del acuerdo sobre los precios. En 2009, Gazprom y la CNPC firmaron un acuerdo marco a tenor del cual Rusia puede suministrar casi 70.000 millones de metros cúbicos de gas por un periodo de 30 años.

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También los precios del petróleo provocan arduas negociaciones. El viceprimer ministro, Igor Sechin, responsable del sector energético ruso, afirmó que se había llegado a un acuerdo para superar las diferencias existentes entre las compañías suministradoras del crudo ruso y su socio chino, una filial de la CNPC, que desde febrero pasado descontaba 3 dólares por barril sobre el precio pactado, alegando que se trataba de una comisión de transporte.

Moscú y Pekín bloquearon la decisión del Consejo de Seguridad contra Bachar el Asad

Putin se pronunció el martes por la diversificación de las relaciones con China, la creación de alianzas tecnológicas, la realización de proyectos de infraestructura y el incremento de los flujos de capitales, así como colaboración en los programas espaciales, aeronáutica y construcción de maquinaria. Junto con India, Brasil y la República Sudafricana, Rusia y China pertenecen al grupo de países emergentes conocido como BRICS. Los representantes de Moscú y Pekín bloquearon la semana pasada la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU contra el presidente sirio Bachar el Asad. Sin embargo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov ha dicho que ambos están dispuestos a proponer una nueva resolución sobre Siria que condene la violencia de ambas partes. China invertirá 1000 millones de dólares en un nuevo fondo estatal para promover inversiones directas en Rusia, según dijo en Pekín el portavoz de Putin, Dmitri Peskov.

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Sobre la firma

P. BONET
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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