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Dos ministras ponen en apuros al Gobierno humalista

La oposición pide la dimisión de la ministra de Desarrollo Social por negligencia y cuestiona a la titular de Cultura por falta de dedicación

Ollanta Humala, candidato a la presidencia de Perú
Ollanta Humala, candidato a la presidencia de PerúRODRIGO BUENDÍA (AFP)

La oposición a Ollanta Humala, presidente de Perú, ha enfilado sus baterías hacia Aída García Naranjo, ministra de la Mujer y Desarrollo Social, y anunciado que buscará una moción de censura en el Parlamento. Aunque en la práctica es difícil que sea destituida por esa vía, debido a la sólida mayoría que tiene allí el humalismo en alianza con Perú Posible -el partido del expresidente Alejandro Toledo-, es la primera ministra del nuevo Gobierno que debe responder por un caso muy serio como es el de la muerte por envenenamiento de tres niños en un comedor escolar.

Portavoz del humalismo durante la campaña electoral y representante de la facción más radical de la izquierda en un ejecutivo de perfil moderado (es secretaria general del Partido Socialista del Perú), García Naranjo es responsable de la mayoría de programas de asistencia social y lucha contra la pobreza del Gobierno, justamente una de las banderas del nuevo presidente. Como tal, el jueves acudió al Congreso para dar explicaciones sobre la muerte de los tres niños, que resultaron envenenados con pesticida el 21 de septiembre después de comer raciones repartidas por el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) en una escuela del caserío de Redondo, en la región de Cajamarca, al norte del país. La ministra acudió a la Cámara por decisión propia para tratar de evitar una comparecencia a petición de la oposición.

Las explicaciones que dio García Naranjo no dejaron satisfechos a los partidos rivales. Tampoco ayudó en su defensa la posterior revelación de que tiene pendiente un proceso por un supuesto delito contra la función pública, que se remonta a los tiempos en los que prestaba servicio en la Alcaldía de Lima. Lo cierto es que en el Congreso la ministra no asumió ninguna responsabilidad política por la muerte de los tres niños e insistió en que la intoxicación (que afectó a un total de 80 menores) fue responsabilidad del Gobierno anterior. Negó que los alimentos se hubieran contaminado durante su almacenamiento y la única crítica que admitió fue su lentitud para reaccionar y viajar a la alejada localidad donde se produjo la tragedia. El mismo día del envenenamiento, la ministra señaló que la comida se contaminó cuando era preparada por las madres de los menores en la cocina de la escuela.

“Durante años, la izquierda ha usado a los pobres. Hoy los acusan. Queda claro que la sensibilidad social es solo una pose política”, opinó el congresista Alberto Beingolea, del Partido Popular Cristiano, al diario El Comercio. La bancada fujimorista asegura tener más de 30 adhesiones para buscar la censura de García Naranjo y el pasado lunes varios grupos parlamentarios más aseguraban estar considerando la propuesta. Para forzar la salida de la ministra se necesitan 66 votos, la mitad más uno del total de escaños de la única Cámara del Congreso.

Las críticas también apuntan hacia la cantante Susana Baca, la nueva ministra de Cultura

Las críticas a García Naranjo se suman a las que ha recibido en las últimas semanas Susana Baca, extraordinaria cantante que Ollanta Humala colocó al frente del Ministerio de Cultura, siguiendo el ejemplo de Brasil, donde Gilberto Gil ocupó el mismo cargo. Baca es, además, la primera mujer negra que ocupa un puesto en el gabinete peruano, pero la simpatía con que se recibió su designación se agotó rápidamente, debido a sus continuos viajes para cumplir con compromisos artísticos.

En poco más de dos meses, desde que asumió el ministerio, Baca emprendió tres viajes fuera del Perú para dar conciertos, por un total de 25 días. Cuando se la cuestionaba, respondía que tenía “un gran equipo a su cargo”. “Sé que hago más por la cultura del Perú desde un escenario que dentro de un despacho”, llegó a decir.

Ante los cuestionamientos cada vez más serios, el presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, declaró que iba a revisar el nombramiento de la cantante. Solo después de eso, Baca anunció que cancelaría varias presentaciones que tenía pendientes en los próximos meses. “Ya no voy a salir más, pero eso sí, voy a seguir cantando”, dijo. Y agregó que se felicitaba por que las críticas habían atraído interés hacia su sector: “Hasta hace unos meses creo que no se hablaba del Ministerio de Cultura y este tema ha pasado a ser de gran importancia, los periódicos están preocupados”.

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