Más de dos tercios de los franceses creen que Sarkozy perderá las elecciones
Los problemas económicos y los escándalos de corrupción pasan factura al actual inquilino del Elíseo
Un sondeo publicado hoy por el diario Libération niega casi toda esperanza a Nicolas Sarkozy. El 68% de los entrevistados piensa que el presidente no será reelegido si se presenta (cosa no oficial aún, pero muy probable) a las elecciones de mayo de 2012. Las razones para esa eventual derrota, según la mayoría de los encuestados, serían la deuda y el déficit público (65%), los malos resultados económicos y sociales obtenidos durante su mandato (64%), y los escándalos políticos y financieros (62%).
Entre los simpatizantes de la Unión por el Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy, solo un 54% cree que el líder de la derecha será capaz de ganar las elecciones; una cifra baja, pero todavía bastante superior a la de quienes fantasean con una posible victoria de otras figuras presidenciables del partido, como el ministro de Exteriores, Alain Juppé (18%), o el primer ministro, François Fillon (15%).
Por el contrario, Juppé es el candidato más nombrado entre el total de entrevistados para representar a la derecha, con el 26% de las preferencias, frente al 21% de Sarkozy y el 16% de Fillon, que por cierto mantiene su índice de popularidad en un 44% frente al 33% del presidente. Ambos han perdido dos puntos en el último mes.
Sarkozy recibe un 26% de opiniones “bastante positivas”, y un 7% de juicios “muy positivos”, frente al 25% que lo juzga de manera “bastante negativa” y el 39% “muy negativa”. El resultado, siendo malo, mejora algo sus peores datos históricos, registrados en abril pasado, cuando el jefe del Estado solo recogía un 29% global de apreciaciones favorables.
Entretanto, el partido del responsable del Elíseo, la UMP, ha recibido hoy con júbilo una noticia que quizá pueda favorecer las opciones de Sarkozy en la primera vuelta. Se trata de la retirada de la batalla electoral del candidato del Partido Radical de centro, Jean-Louis Borloo, antiguo número dos del Gobierno, que parece haber sucumbido a las continuas presiones ejercidas por el entorno del presidente.
El peor escenario que Sarkozy maneja hoy es el de quedar eliminado en una primera vuelta demasiado atomizada, llegando solo tercero tras los socialistas y la extrema derecha del Frente Nacional. Y la retirada de Borloo deja el espectro del voto del centro derecha algo más reducido, aunque tampoco demasiado. De momento, parecen seguros candidatos el ministro de Defensa, el giscardiano Hervé Morin, y el histórico centrista François Bayrou; la incógnita sigue siendo el gran enemigo íntimo de Sarkozy, Dominique de Villepin, que a día de hoy se encuentra prácticamente sin partido, y sin financiación, y que podría incluso tener dificultades para alcanzar las 500 firmas de cargos públicos necesarias para poder optar a la presidencia.
Todos los altos cargos de la UMP han saludado hoy el abandono de Borloo como una gran noticia, han elogiado su sentido de la responsabilidad y han ofrecido a los radicales de centro volver a dialogar con el fin de incorporarlos a la familia conservadora.
Le Monde subraya hoy, además cómo Sarkozy ha entrado ya en campaña sin ser candidato oficial, estudiando al detalle tanto su agenda para las próximos semanas como sus gestos y declaraciones. El primer indicio serio de contraprogramación se ha conocido hoy. Sarkozy se reunirá el domingo con la canciller Angela Merkel para estudiar posibles soluciones a la crisis del euro. Ese mismo día, millones de franceses votarán en las primeras primarias abiertas de la historia del Partido Socialista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.