La OTAN refuerza sus tropas tras los nuevos enfrentamientos en Kosovo
Las tropas de la KFOR refuerzan sus posiciones alrededor del paso fronterizo de Jarinje
Las fuerzas de la OTAN de mantenimiento de la paz en Kosovo (KFOR) han desplegado más soldados en la conflictiva frontera del norte de Kosovo, de mayoría étnica serbia, tras los enfrentamientos que dejaron heridos a más de una decena de soldados y civiles. En concreto han reforzado la localidad de Mitrovica donde los serbios han colocado numerosas barricadas.
Cuatro soldados y 16 serbo resultaron heridos el martes durante un enfrentamiento entre las tropas de la KFOR y una multitudinaria protesta contra el desalojo de una barricada ocupada por los serbios. El portavoz de la OTAN Ralph Adametz apuntó que el enfrentamiento empezó cuando los serbios condujeron un vehículo hacia las tropas e intentaron robar un arma.
Según varios testigos, los soldados de la KFOR utilizaron armas de fuego, gas lacrimógeno y balas de goma. Funcionarios serbios informaron de que seis manifestantes tenían heridas graves por arma de fuego y otros sufrían heridas leves. La OTAN aseguró que la posición de la KFOR fue atacada y que se lanzaron a los soldados bombas de fabricación casera.
El miércoles, un testigo dijo que las tropas de la KFOR reforzaron sus posiciones alrededor del paso fronterizo de Jarinje, a unos 100 kilómetros de la capital kosovar Pristina, desplegando vehículos blindados, sacos de arena y alambre de púas. La OTAN advirtió de que usaría fuerza letal para proteger a sus tropas.
Retirada del paso de Jarinje
Los serbios de Kosovo se han retirado a varios cientos de metros del paso de Jarinje, pero se han mantenido en otras barricadas que impiden el acceso por carretera a la frontera.
En Mitrovica, una ciudad en el norte de Kosovo marcada por la división entre serbios y albaneses, los serbios lanzaron piedras, a última hora del martes y a primera del miércoles, a dos coches de policía, a un banco e intentaron quemar dos tiendas de empresas multinacionales, según la Policía de Kosovo.
Miembros del Gobierno de Belgrado, que se opone a la independencia de Kosovo, tres años después de su secesión de Serbia, dijeron que estaban preocupados por que hubiera más incidentes.
"Intentaremos prevenir situaciones potencialmente explosivas, pero se está convirtiendo en algo cada vez más difícil", aseguró el portavoz del gobierno, Milivoje Mihajlovic. "La violencia no tenía sentido y queremos saber quién la ordenó", añadió.
Belgrado quiere entrar en la UE y es posible que consiga el estatus de país candidato a finales de octubre, pero debe arreglar sus relaciones con Kosovo para fijar una fecha para negociar el ingreso. Pero Serbia se enfrenta a elecciones parlamentarias, provisionalmente convocadas para abril de 2012, y Kosovo tiene un papel destacado en la agenda.
El Gobierno de Pristina quiere restituir su presencia en la zona norte, en gran parte al margen de la ley. El 16 de septiembre, Pristina envió policías y funcionarios de aduanas a dos pasos fronterizos del norte, Brnjak and Jarinje, previamente regentados principalmente por serbios. En respuesta, los serbios de Kosovo bloquearon las carreteras principales que llegan a la frontera y construyeron un camino de tierra alternativo cerca de Jarinje, para rodear el paso a Serbia.
Desde 2008, Kosovo ha sido reconocido por más de 80 países, Estados Unidos y la mayoría de la Unión Europea incluidos (España no es uno de ellos), pero el norte de Kosovo con 60.000 habitantes, aún promete lealtad a Belgrado. En esa zona, la inmensa de la población es de origen serbio y la presencia de las autoridades de Pristina es simbólica.
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