Los brasileños de color quieren llamarse "morenos"
Según el censo nacional, prefieren dicho término para evitar el estigma de la palabra negro, asociada a la esclavitud y al racismo
No es una anécdota. Es un cambio social profundo, hasta el punto que hoy el diario Folha de Sâo Paulo le ha dedicado su editorial. Resulta que, por primera vez, los brasileños de color, una categoría difícil de definir y apellidar por el transfondo esclavista y racista que conlleva desde tiempos de la esclavitud, y que supone ya más del 51% de la población, no quieren ser llamados "negros" o "pretos" o "criollos" o "mestizos" o "pardos". Se han empezado a llamar a sí mismos, sin complejos pasados y hasta con simpatía, "morenos". El descubrimiento lo ha realidado el censo nacional, del que se encarga el Instituto Brasileño de Geografía y Estatística (IBGE). Al preguntar a los brasileños sobre cómo definirían el color de su piel, por primera vez han empezado a usar el término "morenos" y en algunos casos se declaran "morenos claros".
Cada vez menos personas se definen con los nombres tradicionales. Sólo un 8% de los encuestados se declaran "negros", a pesar de que en Brasil el término no es comparable a lo que significa aún en los Estados Unidos. Aquí existe una especie de orgullo negro como existe el orgullo gay>. Decir: "Yo soy negro" no solo signfica en Brasil definir el color de la propia piel, sino también sus derechos.
Los entrevistadores del IBGE han presentado cuatro opciones para definir el color de la piel de los ciudadanos: blanco, negro, pardo y amarillo o indígena. Como afirma el editorial de Folha, este descubrimiento de que los brasileños están derribando algunas barreras seculares, hasta el punto de crear un término nuevo para definir el color de su tez, tiene que ser saludado como algo positivo en la evolución de una toma de conciencia de la propia dignidad, al margen del color de la piel.
"Sea bienvenida la noticia" escribe Folha, "de que tantos brasileños se consideren morenos, ya que el vocablo se carga de una neutralidad afirmativa. No despierta una identificación belicosa y al mismo tiempo declara una identidad mixta, mezclada, típicamente brasileña".
El expresidente de la República, el sociólogo Fernando Henrique Cardoso, bromeó una vez cuando dijo: "En Brasil todos somos oscuros". Y añadió: "Basta con mirar mi cara. Lo importante es que los brasileños están cada vez menos preocupados con el color de su piel". Cardoso contaba la anécdota de un amigo español que le decía: "Es curioso que nosotros los blancos venimos a Brasil para ponernos morenos, quemados por el oro de su sol tropical, mientras seguimos haciendo discriminación con el color de la piel de los demás".
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