Los narcotraficantes de Río de Janeiro cierran una favela con puertas de hierro
En un abierto desafío al Estado, las bandas criminales obligan a sus moradores a comprar llaves para poder entrar a los barrios
Los grupos de narcotraficantes continúan su desafío al Estado brasileño. Mientras las autoridades de Río de Janeiro desarrollan sus operativos para liberar las favelas (ya cerca de 20) de los traficantes de drogas, y convertirlas en barrios normales con la presencia continua de las fuerzas del orden, las bandas del narco no se dan por vencidas y han llegado incluso a colocar grandes portones para evitar la entrada de los agentes policiales.
En la favela Para de Lucas, -a dos pasos de la mayor arteria de la ciudad, la Avenida Brasil- los narcotraficantes han colocado portones de hierro que solo pueden abrirse con llave, que cada morador del barrio debe comprar para acceder a su vivienda. La llave es entregada por los mismos narcos a un precio de 10 reales (cuatro euros). La favela, para mayor descaro, está ubicada a sólo 300 metros del puesto de un batallón de la Policía, en una de las entradas a la Avenida de Brasil.
El objetivo de los narcotraficantes es el de obstaculizar la entrada rápida a la favela de los vehículos de las fuerzas de seguridad, por lo que, además de los varios portones de hierro cerrados con llave han colocado obstáculos de cemento para hacer más difícil la llegada de las fuerzas del orden, pero que acaban dañando también a los coches de los habitantes de la favela, que además suelen ser viejos y muy usados.
Según el comandante del 16 batallón de la Policía Militar, coronel José Macedo, otro portón de hierro había sido ya destruido el pasado carnaval. Los traficantes no se dieron por vencidos y lo han vuelto a instalar.
Las autoridades de Río -que se han comprometido a que para los Juegos Olímpicos de 2016 las favelas más violentas de las poco más de mil que rodean la ciudad estarán pacificadas, constatan cada día que los narcotraficantes van a luchar hasta el último momento para demostrar su poder e influencia.
Un equipo de reporteros del diario O Dia, de Río, reveló en marzo pasado imágenes impresionantes que revelan el poder de fuego de los narcotraficantes en las favelas aún no pacificadas, fotografiando a narcos que se pasean tranquilamente por los vericuetos de las favelas exhibiendo sus armas de guerra mientras usan droga descaradamente. Otra de las fotos muestra a los traficantes apuntando fusiles y ametralladoras en dirección de la Avenida de Brasil, desde una calle cercana a donde han sido levantado los portones de hierro que impiden la entrada- sin llave- a la favela. Y la guerra continúa.
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