El volcán Puyehue obliga a cancelar vuelos en Argentina y Uruguay
La nube se desplaza a unos 7.000 metros de altura y afecta a un área muy amplia, aunque, de momento, no dificulta la vida normal de la población
La nube de cenizas procedente del volcán Puyehue, en el sur de Chile, ha provocado hoy un cierto caos en el tráfico aéreo que afectó a los aeropuertos de Buenos Aires y de Montevideo, obligando a cancelar algunos vuelos, tanto internacionales como locales. Las cenizas no cayeron sobre la capital porteña o sobre el conurbano que la rodea como sí lo hicieron sobre las ciudades del sur, cubiertas desde el pasado sábado por una densa capa gris, pero el polvo en suspensión se pudo apreciar a simple vista en amplias zonas del cordón de localidades que rodea Buenos Aires, y algunos hospitales estuvieron en alerta, no tanto por el efecto directo de la ceniza como por los problemas que causa la ceniza en enfermos de asma o de otras dolencias respiratorias.
La situación es más preocupante en la Patagonia, incluidas algunas de las zonas turísticas más importantes del país, donde está bien entrado el otoño austral y donde las temperaturas, a mediodía, no superan los cinco grados centígrados. La ceniza, según declaró en la televisión el gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sapag, no es tóxica, pero sí contiene elementos corrosivos, por lo que en algunas localidades se interrumpió el suministro eléctrico y el de agua potable.
Por ejemplo, en Bariloche, un extenso municipio de 150.000 habitantes, y en Villa Angostura, afectados por los cortes de luz y de agua, se suspendieron las clases, se decretó "asueto laboral", excepto para los servicios de emergencia, y se recomendó a los habitantes que no salgan de sus domicilios o que, si están obligados, lo hagan con protección, como mascarillas o gafas que eviten el contacto con las cenizas.
El tráfico rodado privado también tuvo que interrumpirse por el volumen que alcanzaron las cenizas, que llegaron a convertir el hermoso y enorme lago de Nahuel Huapi, famoso por su intenso color azul, en una mancha grisácea. La erupción del Puyehue, que empezó el pasado sábado, y que ha obligado a evacuar hasta ahora a cerca de 4.000 personas en Chile, donde rige el estado de emergencia, levantó una extensa nube de polvo y cenizas que, poco a poco, fue extendiéndose hasta afectar, en distinto grado, a 10 provincias andinas, donde también hubo que cerrar buen número de aeropuertos locales. La situación en el sur mejora o empeora según la fuerza de la erupción y la dirección cambiante del viento, pero sigue siendo calificada por las autoridades locales de "preocupante".
Atentos al viento
Las autoridades argentinas no esperan que la nube afecte directamente a Buenos Aires, según declaró el responsable del Consejo de Emergencias de la provincia, Jorge Echarrán, aunque todo dependerá finalmente de los cambios en la dirección del viento. La Administración Nacional de Aviación Civil y la Secretaría de Transporte ha anunciado esta noche que se encuentran abiertos y operables los aeropuertos más cercanos a la capital argentina: el Aeropuerto internacional "Ministro Pistarini" (Ezeiza) y el "Jorge Newbery" (conocido como Aeroparque). En tanto, el aeropuerto de Bariloche permanecerá cerrado hasta el 21 de junio próximo.
Según datos meteorológicos, la nube se desplaza a unos 7.000 metros de altura y afecta a un área muy amplia, por lo que hace peligrosos los desplazamientos aéreos, pero, de momento, no dificulta la vida normal de la población.
Entre los vuelos suspendidos o que han sido reprogramados figuraban los transatlánticos de la compañía Iberia y los internacionales y locales de Aerolíneas Argentinas, Austral, Lan, Tam, Delta, United y GOL, por lo que se aconsejaba a los viajeros con vuelos programados con dirección o con salida en Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay que consultaran los horarios, ante la posibilidad de que el espacio aéreo continuara afectado.
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