Garzón opina que la muerte de Bin Laden no se ajusta a la legalidad internacional
El magistrado asegura queesperaba algo diferente del Gobierno de Barack Obama en el ámbito de la seguridad y en la lucha contra el terrorismo
El magistrado Baltasar Garzón ha expresado desde Nueva York sus dudas sobre la legalidad del procedimiento que llevó a la ejecución de Osama Bin Laden. "Su muerte no está justificada desde el punto de vista del Derecho Internacional", ha dicho, a la vez que mostró su deseo de poder haber interrogado al líder de Al Qaeda. Ahora espera una "explicación legal" sobre cómo se ejecutó la acción.
"Nadie puede estar en contra de que un terrorista deje de serlo", ha opinado. Pero considera que la mejor forma de reivindicar el Estado de Derecho es que sean detenidos y sometidos a juicio. "Eso no quiere decir que no se recurra al uso de la fuerza para detenerlos. Lo que no está bien es que una vez detenidos, y si no hay riesgo de conformación, se les mate", ha precisado el magistrado.
En este punto, puso como ejemplo los GAL. "Si esto hubiera sucedido en España, se habría abierto procedimiento a quien hubiera dado la orden y exigido responsabilidades". Baltasar Garzón no ocultó que "esperaba algo diferente" del Gobierno de Barack Obama en el ámbito de la seguridad y en la lucha contra el terrorismo. Y rechazó que no se juzgue a los detenidos en Guantánamo "bajo la excusa de que ponen en peligro el país".
Garzón no quiso entrar a opinar si la ejecución de Bin Laden se ajusta a la legalidad en EE UU. Sí mostró su preocupación porque "la ficción de series como 24 se lleven a la realidad". En este punto, ha recordado que la prisión en Cuba está "en un limbo jurídico", y por eso "todo lo que salga de ahí está contaminado". "El terrorismo es un crimen, por tanto debe ser investigado como tal por autoridades civiles", remachó,
El magistrado hizo estos comentarios en la Universidad de Nueva York antes de recibir el primer Premio Internacional de los Archivos de la Brigada Abraham Lincoln (ALBA) y la Fundación Puffin en pro de la defensa de los derechos humanos, dotado con 100.000 dólares. Como explicó Sebastian Faber, su presidente, "es un reconocimiento a su defensa de la justicia universal".
El premio lo recibe Garzón justo un año después de su suspensión. "La vida está llena de paradojas. Esta es una más. Entonces estuve entre amigos, y ahora también. Eso, afortunadamente, siempre permanece". En el debate previo al galardón, Garzón expresó de nuevo sus dudas de que le dejen retomar la carrera judicial. "Es improbable que vuelva a mi juzgado", ha dicho en un par de ocasiones.
Sobre la investigación para identificar las violaciones de los derechos humanos durante la Guerra Civil, reiteró: "es obvio que hubo un crimen masivo contra la humanidad" y que sus efectos "aún permanecen". El magistrado español volvió a denunciar que la suspensión deja a las víctimas desamparadas, "porque no hay una investigación judicial que proteja sus derechos".
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