_
_
_
_
Catástrofe en el Pacífico

El último balance cifra en más de 4.300 los muertos en Japón

Las autoridades calculan que hay unos 8.600 desaparecidos y temen que se llegue a las 10.000 víctimas mortales.- Varios bancos estiman las pérdidas económicas del país en unos 100.000 millones de euros, una cantidad pequeña en relación con su PIB

EL PAÍS

Japón continúa con el recuento de víctimas del terremoto que el pasado viernes causó un devastador tsunami. Con cada nuevo balance, los pronósticos se confirman y aumenta el número de víctimas. Las últimas cifras oficiales ofrecidas esta madrugada (hora peninsular española) estiman que hay más de 4.300 muertos -en un total de 12 prefecturas- y unos 8.600 desaparecidos. Respecto a la cifra de rescatados, unos 80.000 efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa (a los que se unirán miles de reservistas llamados a filas) que trabajan en medio de grandes dificultades ya han rescatado o evacuado a más de 26.000, la mayoría de estos últimos cerca de las centrales nucleares dañadas por el temblor, según la agencia local Kyodo.

Más información
Un accidente muy grave
50 ingenieros intentan controlar la refrigeración de los reactores afectados en Fukushima
Rescatada una mujer de 75 años cuatro días después del terremoto
Japón, una década de incidentes nucleares
La OMS y la OCDE creen que los riesgos para la salud de la radiactividad de Fukushima son bajos
EE UU confirma radioactividad en dos de sus bases en Japón
Estado de los reactores de Fukushima
EE UU alerta de radiaciones "extremadamente altas" en la central nuclear de Fukushima
"Me he ido porque mi madre me llamaba todos los días llorando"
Españoles en Japón: normalidad y poca información

Sin embargo, las autoridades temen que el número de fallecidos siga subiendo y llegue a 10.000, ya que en las últimas horas se han encontrado varios cuerpos en puntos de la costa nororiental, y que las cifras de desaparecidos y rescatados se vayan multiplicando con el paso de los días. El elevado número de fallecidos ha complicado la identificación de los cuerpos, por lo que las academias policiales han comenzado a instruir a los agentes locales para que se ocupen de estas tareas, mientras que grupos de voluntarios han asumido la labor de informar a las familias. Por su parte, las autoridades de inmigración han decidido enviar a los gobiernos locales toda la información disponible -incluidas las huellas dactilares- sobre los extranjeros residentes en Japón, para facilitar y agilizar su identificación.

Entretanto, unas 530.000 personas se agolpan en los campamentos provisinales, la mayoría de ellas en las prefecturas de Miyagi (en la que no se localiza a la mayoría delos ciudadanos de un pueblo de unos 10.000 habitantes), Iwate y Fukushima (noreste), las más afectadas por el terremoto. Sus dirigentes han adelantado las gestiones para construir 32.800 viviendas temporales.

Las historias de pueblos borrados del mapa, núcleos de población de los que no se tienen noticias y, por suerte en algunas ocasiones, gente que vuelve a dar señales de vida cuando ya había poca esperanza de encontrarlos siguen cayendo en un goteo continuo. Por ejemplo, en Oshima, una pequeña isla frente a la costa de la provincia de Miyagi, fueron encontradas ayer con vida cerca de 1.300 personas. Además, entre 7.000 y 8.000 residentes en esta población perdieron sus casas y se han refugiado en escuelas, aunque están incomunicados y se desconoce si tienen provisiones suficientes. El Gobierno de Miyagi ha solicitado ayuda a otras prefecturas para comenzar con la quema de los cuerpos con el fin de evitar la propagación de enfermedades entre los supervivientes.

Por el contrario, desde el viernes no se sabe nada sobre unos 7.500 residentes de Minami Sanriku, la mitad de la población de este pueblo de Miyagi engullido por el mar, aunque la Policía cree que podrían haberse refugiado en localidades cercanas, como Tome. Un total de 2.000 residentes de Minami Sanriku fueron localizados también ayer con vida, por lo que hay esperanzas sobre sus vecinos. Tampoco se conoce el paradero de otros 8.000 residentes del pueblo costero de Otsuchi, en la provincia de Iwate.

Los tanatorios no dan abasto para almacenar los cadáveres, se necesitan urgentemente más ataúdes y sus trabajadores se quejan de que los constantes apagones no les permiten mantener refrigerados los restos mortales.

Elevado coste económico

Algunas entidades bancarias ya han empezado a calcular el impacto económico del seísmo y el tsunami: Citigroup estima que será de entre 5 y 10 billones de yenes (44.000 y 88.000 millones de euros) en daños de viviendas e instalaciones, mientras que Barclays cifra las pérdidas económicas en 15 billones de yenes (133.000 millones de euros), el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) nipón.

La entidad singapuresa DBS Bank calcula los daños en 75.500 millones de euros. El director de investigación económica, David Carbon, ha señalado que esta cantidad supone el 2% de su PIB (3,91 billones de euros en 2010). "Aunque se produzca una gran pérdida para la economía, la cantidad no será muy grande en relación con el PIB que, de hecho, suele crecer tras los desastres naturales por los trabajos de reconstrucción", agregó.

Tokio ha agradecido la solidaridad de los 102 gobiernos extranjeros -entre ellos de países muy pobres como Afganistán o Timor Oriental- que han ofrecido algún tipo de ayuda a Japón, que sufre su mayor crisis desde la II Guerra Mundial. La catástrofe incluso ha movilizado a naciones en teoría enemigas como China o Rusia, mientras Corea del Norte emitió un escueto mensaje de condolencias a través de su la oficina de Cruz Roja.

Una mujer llora en medio de la destrucción en la ciudad de Natori, en la prefectura de Miyagi, al norte de Japón.
Una mujer llora en medio de la destrucción en la ciudad de Natori, en la prefectura de Miyagi, al norte de Japón.ASAHI SHIMBUN (REUTERS)

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_