El Baradei se postula como candidato a la presidencia de Egipto
Pese a los constantes rumores, el líder opositor nunca había hecho pública su intención de presentarse
"Cuando se abra la puerta para las candidaturas presidenciales, tengo la intención de presentarme". Con estas palabras ha reconocido que va a concurrir como candidato a la presidencia de Egipto el líder opositor Mohamed El Baradei. El ex director de la Agencia internacional de la energía Atómica, de 69 años, ha hecho estas declaraciones en un programa de la televisión egipcia emitido en directo por el canal ONTV.
De ese modo han terminado las especulaciones sobre las aspiraciones del diplomático egipcio que regresó hace un año al país y emprendió una campaña que pedía cambios constitucionales y una voluntad real de democratizción por parte del Gobierno del entonces presidente Hosni Mubarak. El Baradei no había reconocido en ningún momento, sin embargo si se presentaría como candidato a las elecciones. Algo que tampoco le habría sido posible con el presente articulado de la Carta Magna. Una y otra vez subrayó la idea de que no pretendía llegar a la presidencia sino conseguir un cambio en el país y que anunciaría su decisión definitiva a su debido tiempo. Parece sin embargo que una vez alcanzado su objetivo ha oído las demandas de los que le pedían que les guiara también en el proceso recién comenzado.
El régimen militar interino que gobierna Egipto desde la salida de Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero asegura tener intención de celebrar en el plazo de seis meses comicios parlamentarios y presidenciales, por ese orden. El Baradei ha sido uno de los nombres recurrentes en las quinielas para una transición política y durante las revueltas populares defendió con insistencia la necesidad de reformas.
El diplomático y premio Nobel de la Paz regresó a Egipto en enero y durante el último año, y tras formar una coalición de partidos y miembros de la sociedad civil denominada Asamblea Nacional para el Cambio que unía tendencias tan dispares como los liberales Ghad de Ayman Nur o los Hermanos Musulmanes, El Baradei hizo campaña para recoger firmas de adhesión a su propuesta. En líneas generales, reclamaba el fin de la Ley de Emergencia, vigente desde 1981 y enmiendas constitucionales, principalmente en los artículos referidos a la elección del presidente. Lo que explica porqué en sus declaraciones a la televisión egipcia,ha insistidoen que debe votarse una nueva Carta Magna junto a las elecciones presidenciales. El Baradei ha revelado que piensa votar en contra de las enmiendas constitucionales que se someterán a referéndum el próximo 19 de marzo. La razón, ha argumentado, es que "la actual Constitución cayó" junto a Mubarak y "sería un insulto a la revolución" si decidieran "rescatar esa Constitución".
La figura del laureado Nobel de la Paz ha evolucionado a ojos de los egipcios durante los últimos meses. Recibido como un líder su prestancia se devaluó en opinión de algunos al no tener una presencia constante en las calles. Muchos de los jóvenes que se habían unido a su coalición criticaban que pasaba más tiempo fuera del país (tiene su residencia en Viena, aunque posee una vivienda familiar en El Cairo), que luchando en las calles. Incluso llegó tarde a la revolución. Después de haber sido el gran ausente el 25 de enero, reapareció el día 27 con un mensaje en la red de microblogueo Twitter, afirmando que regresaba al país. Al día siguiente, el denominado Viernes de la Ira, que vio un baño de sangre en las calles de todo el país, hizo su aparición en una mezquita de El Cairo y fue retenido por su seguridad, según fuentes policiales y mantenido en arresto domiciliario. Un arresto que se saltó para acudir a la plaza de Tahrir y unirse a los manifestantes.
Sus defensores consideran que gran parte de su campaña está hecha al haber conseguido más de un millón de firmas a su propuesta. Además defienden que es una figura que tiene el respeto de la comunidad internacional y que no es tan importante que haya vivido tantos años fuera de Egipto. Un joven activista defendía durante la revolución que "muchos de los que viven fuera, probablemente saben más de los problemas que acucian a los egipcios que ellos mismos".
A vueltas con el calendario
El calendario electoral egipcio es un asunto controvertido. El secretario general saliente de la Liga Arabe, Amr Musa, apuesta porque el país celebre las elecciones presidenciales antes de las parlamentarias. Musa, otro candidato largo tiempo barruntado, adelantó que, en el caso de presentarse y llegar a la presidencia, solo se mantendrá en el cargo durante un mandato. Las reformas constitucionales planteadas contemplan limitar los mandatos a dos.
"Egipto va por el buen camino y la revolución no pudo ser derrotada pero hay obstáculos", comentó Musa, quien es partidario de derogar la ley de emergencia y combatir la corrupción. Por otro lado, se mostró a favor de permitir que los Hermanos Musulmanes concurran a las elecciones. Según las reformas constitucionales que se aprueben, Musa se presentará o no al cargo, ha asegurado.
Un sondeo publicado por el diario Al Ahram la semana pasada dejaba a Musa en clara situación de ventaja respecto a El Baradei.
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