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Uribe se deja querer otra vez

El ex presidente mide sus apoyos para presentarse a la alcaldía de Bogotá

Nadie parece tener claro cuál es la jugada que prepara el ex presidente Álvaro Uribe. Como cuando aspiraba a la segunda reelección como presidente de Colombia, finalmente frustrada, Uribe se mantiene en un no pero sí frente a la posibilidad de ser candidato a la alcaldía de Bogotá, una capital de más de ocho millones de habitantes.

El ex presidente, salpicado aún hoy por muchos escándalos de sus años de gestión, no se ha dedicado a un plácido retiro. Vive en una guarnición militar y sigue jugando duro en la política nacional. Lo dijo claro: será ficha clave en las elecciones regionales de octubre próximo. Pero su posición es ambigua frente a su deseo de ser candidato o no; como en la reelección, tiene a los analistas dedicados a interpretar lo que en verdad significan sus palabras. Ese es su estilo.

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El pasado jueves, en una entrevista radiofónica, dio la respuesta más cercana a un no: "Aspiro a ser ayudante del candidato y poner toda el alma para que la ciudad elija un gran alcalde", contestó cuando le preguntaron si estaría en la nómina de candidatos. Algunos de sus fieles seguidores del partido de la U (el partido más fuerte del país y el del actual presidente, Juan Manuel Santos) descartan que Uribe se retire de la primera fila y siguen pensado que es el único candidato que les garantiza el triunfo en la alcaldía de la capital, el segundo cargo público más importante de Colombia.

Tampoco están de acuerdo con la idea de Uribe de apoyar a Enrique Peñalosa, ex alcalde de Bogotá y reconocido urbanista, que esta en las filas del Partido Verde, rival de Santos en las pasadas presidenciales. "No sería responsable por parte del partido entregar las banderas a otro partido más pequeño", dice Roy Barreras, senador de la U.

Para Peñalosa, lo ha dicho ya públicamente, sería "un honor" recibir el apoyo de Uribe. Pero esto genera malestar en las filas de su partido. Antanas Mockus (codirector del partido) dejó entrever su deseo de aspirar él a la alcaldía. Y como buen matemático aseguró que esta alianza los podría llevar a sumar, llevarlos incluso a "ganar las elecciones", pero también podría restarles pues sus seguidores podrían castigar "ese tipo de desdibujamiento". Y tiene razón en el sentido de que sería una decepción para los que apostaron por los verdes como una alternativa distinta y honesta frente a lo que en aquel momento se pensaba que sería la presidencia de Santos: el continuismo de la era uribista.

Uribe, el presidente más popular de los últimos años, es también el ex presidente con más problemas políticos y judiciales. Muchos de sus ex colaboradores están siendo investigados. Desde su segundo mandato se han venido destapando ollas podridas y más de un funcionario del actual Gobierno se ha asombrado con lo que ha encontrado en las dependencias a su mando.

De los más de nueve escándalos que permanecen vivos en la opinión pública, uno de ellos, el de las chuzadas (seguimiento e interceptaciones telefónicas a opositores) tiene ramificaciones en España. Varias organizaciones no gubernamentales pusieron una demanda contra Uribe y dos ex funcionarios de la entidad de espionaje del Estado (DAS) por haber seguido los pasos a defensores de derechos humanos españoles. En otro caso, que maneja un juez federal de Estados Unidos contra la multinacional carbonera Drummond por el asesinato de 111 personas en la región Caribe, fue citado como testigo. No se presentó. La Embajada colombiana pidió que se le mantuviera la inmunidad. El tribunal pretendía preguntarle si conocía los nexos de varias multinacionales con los grupos paramilitares, qué hizo para combatirlos y la relación del DAS con estos crímenes.

A nivel nacional, Uribe se ha convertido en el ideólogo del partido de la U. Su plan es realizar "talleres democráticos en todo el país, para elegir los "mejores candidatos" para las alcaldías, concejos, gobernaciones y asambleas. Empezarán el próximo 29 de enero en Bosa, uno de los sectores más populosos de Bogotá. Serán liderados por él mismo y tendrá dos temas centrales: seguridad y movilidad, en este momento los temas más sensibles en esta ciudad.

El actual alcalde, del izquierdista Polo Democrático, está seriamente cuestionado por las demoras en varios frentes de obras públicas y por las presuntas irregularidades en la contratación; Bogotá está sumida hoy en un caos de movilidad insoportable. Uribe manejará el mismo esquema que usó en su Gobierno con los llamados consejos comunales. Será en ellos donde los posibles candidatos expondrán sus propuestas.

El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, durante su participación en el foro económico de Davos en enero de 2010.
El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, durante su participación en el foro económico de Davos en enero de 2010.AFP

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