EE UU afirma que las mafias italianas ayudan al terrorismo
Según los cables de Wikileaks, el FBI considera que el dinero de la droga de la 'Ndrangheta y la Camorra financia a grupos armados en Afganistán y Colombia.- El servicio exterior elaboró en 2008 un plan para ayudar a Italia a luchar contra el crimen organizado
Los diplomáticos de Estados Unidos en Italia consideran que las tres mafias italianas, la Cosa Nostra, la 'Ndrangheta y la Camorra, son "la mayor amenaza para el crecimiento económico del sur de Italia" y constituyen un peligroso y potente "sindicato del crimen" al que es preciso combatir con "más eficacia", ya que, entre otras actividades, "ayudan a grupos terroristas en Colombia y Afganistán a través del tráfico de drogas, impiden el desarrollo del sur de Italia, distorsionan los mercados, violan los derechos de artistas y compañías estadounidenses, sustentan al crimen organizado en Estados Unidos, y suponen riesgos potenciales para la salud de los miles de militares y funcionarios estadounidenses que residen en el sur de Italia".
La DEA considera a España un "socio sobresaliente" en las investigaciones contra el tráfico de drogas
"La Iglesia Católica debe jugar un papel más prominente y ser más locuaz contra la mafia"
Según revelan los papeles secretos del Departamento de Estado filtrados a Wikileaks que ha podido examinar EL PAÍS, los diplomáticos de Washington destinados en Italia elaboraron en junio de 2008 un plan, compuesto por 12 medidas concretas, con el objetivo de que Estados Unidos se implique más a fondo en la lucha contra las mafias.
La propuesta, firmada por el ex cónsul general en Nápoles, J. Patrick Truhn, y aprobada por las legaciones en Roma y el Vaticano, era la conclusión de un largo y demoledor informe sobre el triángulo criminal formado por la Cosa Nostra siciliana, la Camorra de Campania y la 'Ndragheta calabresa.
El diplomático escribía: "Debemos trabajar para convencer al nuevo Gobierno italiano de que el crimen organizado es una seria prioridad del Gobierno de EE UU, y de que los terribles costes económicos del crimen organizado son un argumento convincente para una acción inmediata". El análisis, dividido en tres partes, fue enviado a la Secretaría de Estado, la CIA, el FBI, la DEA y otros 18 organismos oficiales de EE UU en junio de 2008.
Siete razones
El documento 157192 daba una lista de siete razones por las que "el Gobierno de Estados Unidos puede y debe implicarse más" en la lucha antimafia.
-El tráfico de drogas de las mafias italianas envía dinero a narcotraficantes (y por tanto, de forma indirecta a grupos terroristas) en Colombia y Afganistán, lo que afecta a la seguridad nacional estadounidense.
-Un informe de inteligencia del FBI reveló en 2005 que "la interacción criminal entre el crimen organizado italiano y los grupos extremistas islámicos facilita a potenciales terroristas el acceso a apoyo económico y logístico de organizaciones criminales con rutas de contrabando establecidas y una fuerte presencia en Estados Unidos". En una declaración pública de 2004, el fiscal antimafia italiano, Pierluigi Vigna, señaló la conexión entre grupos de militantes islámicos y la Camorra, afirmando que había pruebas de implicaban a la Camorra en un intercambio de drogas por armas con grupos terroristas islámicos.
-Las mercancías falsas y la piratería de productos hechos en Estados Unidos (sobre todo películas, música y software) perjudican directamente los intereses estadounidenses.
-Los lazos entre las mafias italianas y estadounidenses refuerzan mutuamente a estos grupos. Los nexos entre la mafia siciliana Cosa Nostra y la mafia de EE UU se retrotraen a cerca de un siglo, pero la Camorra y la 'Ndrangheta también tienen afiliados en Estados Unidos, según el FBI.
-Los ciudadanos estadounidenses residentes (incluyendo a miles de miembros de la Marina de Estados Unidos y sus familias en Campania y Sicilia) y turistas se ven afectados por el crimen callejero, y potencialmente por la crisis de la basura en Campania (que se debe en gran parte al crimen organizado) y las descargas de residuos tóxicos en la región.
-Empresas de Estados Unidos que querrían invertir en el sur de Italia se niegan a hacerlo porque les preocupa el crimen organizado.
-El crimen organizado debilita a un aliado importante política, económica y socialmente.
El mismo documento recomendaba a Washington que dedique "más recursos e intercambios de inteligencia para luchar contra la Camorra y la 'Ndrangheta" y "para que las autoridades italianas cooperen más estrechamente con sus pares en Colombia, Albania, Turquía, Nigeria y otros lugares".
Y proponía doce "tácticas" concretas a adoptar con efecto inmediato:
-Admitir públicamente la magnitud del problema del crimen organizado en Italia y el apoyo del Gobierno de Estados Unidos a los esfuerzos italianos por combatirla.
-Comprometer más recursos para la cooperación judicial con Italia.
-Favorecer una cooperación más estrecha entre los funcionarios judiciales italianos y sus contrapartes en países clave.
-Expresar al Gobierno italiano la idea de que tiene demasiados pocos magistrados antimafia en Calabria, hogar de la organización criminal más potente del país.
-Presionar al Gobierno italiano para que acabe con la corrupción en sus puertos.
-Cooperar más estrechamente con el Banco Central Italiano y presionar a otros países (por ejemplo Suiza, Liechtenstein, Mónaco) para que cooperen más en la ruptura del circuito de lavado de dinero.
-Trabajar con el Gobierno italiano para mejorar un sistema judicial estropeado. Si se quiere acabar con el crimen organizado, las sentencias deben ser más duras, las apelaciones limitadas, y el proceso judicial más eficiente. No puede ser que presos convictos acaben liberados porque los jueces fracasen al hacer el papeleo.
-Compartir la experiencia de las instituciones penitenciarias del Gobierno de EE UU en construcción, gestión y privatización. Uno de los problemas mayores de Italia es la falta de prisiones, lo que significa que muchos acusados no son encarcelados jamás y muchos condenados son liberados mucho antes de cumplir sus penas.
-Dar más apoyo visible a los esfuerzos de las asociaciones ciudadanas que luchan contra el crimen organizado (por ejemplo los grupos que en Sicilia lideran la rebelión pública contra la extorsión).
-Ayudar a ampliar el conocimiento del público sobre los efectos deletéreos de las organizaciones criminales, y sobre cómo hemos tratado el problema en EE UU.
-Lograr la asistencia de la Iglesia Católica Romana para que sea más expresiva contra el crimen organizado.
-Animar al Gobierno italiano y a la Unión Europea para que inviertan en infraestructuras, particularmente en mejoras de la seguridad pública, en el sur de Italia, y al mismo tiempo para mejorar el seguimiento de cómo se gasta el dinero.
"Ineficiencia de las autoridades españolas"
En ese punto, el documento revela que al menos dos fiscales italianos se habían quejado a los enviados estadounidenses "de la ineficacia de las autoridades españolas en la lucha contra el tráfico de drogas entre los grupos criminales españoles e italianos". Tras comentar que la DEA considera a España un socio sobresaliente en las investigaciones contra el tráfico de drogas, el cónsul concluía: "El problema debe ser la pobre cooperación, más que una falta de dedicación o competencia por alguna de las partes".
Otra sugerencia del documento es la de "trabajar estrechamente con el Banco Central Italiano y la Policía Fiscal", compartiendo "inteligencia e información para identificar a las empresas del crimen organizado y asegurarse de que sean congeladas o confiscadas".
El cable pedía además a Washington la incorporación de las tres mafias italianas a la lista principal de la OFAC, la Oficina para el Control de Negocios de Drogas en el Exterior que elabora el Ministerio del Tesoro. La OFAC había incluido ya a la 'Ndrangheta en su lista Tier One, que abre la puerta a sancionar a las empresas que trabajan con la organización y a sus tapaderas que lavaban dinero, pero el documento expresa la conveniencia de incluir también a la Camorra y Cosa Nostra.
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